Capítulo 63

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Michell

Esto era un punto de quiebre sin retorno. Algo que dolía más que en mi alma, cuando lo vi partir y entrar al bar como si nada. Nadie más salió, nadie más intento detenerme cuando subí a la motocicleta de Beth y aceleré como alma que lleva el diablo. Traté de detener el llanto en mis ojos, pero me sentí mal, golpeada de la persona que menos lo esperaba.

Dominic, no era cualquier hombre. Era el hombre que siempre creí tener a mi lado, pero en cambio todo cayo en el suelo en este momento.

Entro a mi habitación en tiempo récord y me dejo caer en mi cama donde maldigo, lloro y escupo el nombre del hombre que me enamore por segunda vez.

La noche se vuelve larga y tediosa. Donde la oscuridad del cielo refleja mi estado. Estoy atrapada entre mafias, espías y carteles que persiguen mi vida, como si fuese lo más valioso del mundo. Detesto esta mierda.

A las tres de la mañana decido quitarme el traje negro de cuero del comando y ducharme unos minutos. Tomo una bata pequeña negra y me duermo enseguida tratando de no pensar en nada que me haga estallar la cabeza.

La madrugada transcurre y salgo de mi habitación a la quinco de la mañana ya preparada para el trabajo cuando una sensación en el estómago azota mi cuerpo. Suspiro con fuerza sosteniéndome el estómago y continúo caminando hasta que mi cuerpo se estabiliza poco a poco en el proceso.

Bajo por el ascensor y justo cuando voy hacia el hospital lo primero que veo es a todo mi equipo esperando una respuesta en la sala de espera.

—Hola —murmuro y todos levanta su vista hacia mí.

Scott se encuentra con Beth bebiendo un café, Emma con Demian en un sillón abrazados y Daniel con su mejor amigo creo Julián en los asientos de espera. Julián creo que no tiene para nada buena cara.

—Buenos días, comandante —me habla Daniel y asiento por su amable saludo. Después de lo ayer.

—¿Noticias? —indago y tomo asiento a su lado.

Él lo piensa un poco y después suspira.

—Solo que vino en la madrugada la Doctora Grey —levanto una ceja.

—¿Como dices? —que carajos.

—Apareció anoche y dijo que iba a usar su poder supremo de doctora y que haría que mi mujer estuviera más que estable para la otra semana.

Giro los ojos. Todos los Volkova son tan arrogantes.

—Esperemos a que suceda.

Asiente.

Dos horas pasan mientras continuamos esperando hasta que la doctora Volkova Grey sale del ala privada del hospital poniéndose sus tacones altos. El silencio es eterno y el dolor aumenta cuando esta no habla y solo me observa firme y algo molesta diría.

—Después tengo que habla con usted, comandante.

Me sentencia y asiento.

—¿Como esta doctora? —le pregunta Daniel poniéndose de pie y todos lo imitamos.

—Daniel... —lo observa y este se observa que está a punto de llorar. Decenas de escenas pasan por mi cabeza donde mi mejor amiga se encuentra en un ataúd y muchos recuerdos regresan a mi mente con fuerza poniéndome un poco mareada. La quiero conmigo, ella estuvo para mí y yo estaré con ella aun en la muerte. Veo de nuevo a la doctora y este suspiro con orgullo —, te di mi palabra. Anda ve con ella que lleva horas pidiéndome tu presencia.

Daniel sonríe con fuerza y sale disparado hacia el ala privada.

Todos suspiramos con alivio y algunos toman sus asientos de nuevo listos para esperar su turno. La doctora me observa y asiente saliendo del hospital hasta que una chica temblando corre detrás de ella. Esta tipa estaba en Colombia.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now