Capitulo 7

10.1K 513 18
                                    

¿Por qué?

Michell

La única pregunta que se me hacía en mi cerebro era «¿Por qué?». Entre tantas mujeres tenía que ser yo, cuando estaba en california sentía que algo me faltaba, pero me niego a pensar que era esto «¿Por qué a mí?», aunque me venían recuerdos de mi madre diciendo antes de morir "todas las cosas son para bien hija", comienzo a llorar de nuevo al saber que ella no está conmigo...

Ella te podía poner feliz con una sola mirada y con su sonrisa hermosa, siempre quise ser fuerte como ella; pero no aquí me estoy dándome por vencida. Sabiendo que este hombre tiene esta magnitud para hacer lo que quiera y que tiene una sola isla para el me hace sentirme peor... me asusta más todavía. Mi padre siempre tiene una frase que me ayudaba en momentos difíciles.

"Un Parker jamás se rinde, jamás baja la cabeza y nunca retrocede", el recuerdo me hace llorar aún más, esta mierda consume toda mi vida y todo lo que tenía planeado. Siempre fui una chica tranquila con buenas calificaciones, cuidé de mis padres y de mi hermana con todo lo que podía. Yo vivía en Pasadena L.A California y me mudé cuando cumplí veinte aquí a Compton para poder encontrar lo que sentía que me faltaba y lo que me hacía sentir vacía de vez en cuando.

Ciertos días en Pasadena me ponía a pensar o sentía que había algo que me hace faltaba, no sé si es una persona o alguna circunstancia diferente donde vivo, ya sea conocer otra parte del mundo que me llama. Incluso hay días que sentía que no estaba haciendo las cosas que me gustan, otros días cuando duermo soñaba cosas distintas, teniendo una vida diferente con situaciones arriesgadas, pero son sueños ¿no?...

Pero jamás me imagine... estar en esta situación, pasando por esto, quería conocer a alguien enamorarme como todas las mujeres queremos, aunque me hubiese costado por mis gustos, pero pretendientes que eran dulce y lindos, no me llamaban la atención, ya que ninguno me apetecía de esa manera ya que Leo había sido el único, el cual mi novio en mi adolescencia. Quería tener una relación donde yo fuera a su casa y el a la mía para disfrutar de nuestra lujuria juntos y salir a divertirnos en cualquier parte. Que pudiéramos conocer ambas familias, que estuviéramos juntos las fiestas y viajar juntos, casarnos y tener hijos, pero esto no, no quería esto para mí, ni para nadie.

Tal vez mis gustos sean algo diferentes ahora, pero no quería ser secuestrada por quien sabe quién, sin saber lo que me puede hacer sin una pizca de compasión. Y recordar que tiene una sola isla para su merced me da a entender que puede hacer lo que quiera conmigo y que tiene todos los recursos que quiera. Mi vida se destrozó en segundos, nunca más veré a mi familia, mis amigos y todo lo que amaba.

Mi cuerpo esta inmóvil de la debilidad, y de tanto llorar hasta que las lágrimas se acaban. Siento mi estomago destrozado, mi corazón latiendo tan débil que pierdo el respira por segundos, jamás imagine estar en esta situación y menos a mi edad.

Escucho que la puerta está abriendo, ya sé quién «Dominic», pero mi mirada esta hacia el suelo debido a la situación de mierda que estoy, sigo observando a la nada aun estando acostada en cama. La decepción y la tristeza se refleja en mi cara, cuando volteo al espejo que está en la pared enfrente de la cama me observo a detalle. Estoy pálida con los ojos rojizos y mi nariz irritada de tanto llorar, mi garganta se mira hinchada de tanto atragantarme con los sollozos.

—Báñate— me ordena tranquilamente sin detenerse un segundo para observar claramente lo hecha mierda que estoy debido a su culpa. Antes su voz me erizaba como una reacción a la excitación que sentía, pero en este su voz me eriza de igual manera, pero de temor y pavor.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora