Capitulo Extra

3.3K 178 5
                                    

 (Una oportunidad...)

Pov Daniel

Días atrás...

El recuerdo de Nora, atormenta lo más recodito de mi ser. Desde que la conocí el primer día en el ejercito me encontraba impregnado bajo su belleza y doblegado por su autoridad femenina que me atraían a cada minuto. La he tratado muy poco ya que nunca había conocido una mujer con tanta belleza femenina y tanto poder en la otra. Nora puede enamorarte en un momento con su rostro perfecto, con su cuerpo pequeño, demuestra sus curvas en cualquiera atuendo que me hace volver loco. Su cabellera rubia la hace ver como una Barbie natural humana. Nunca mostré interés en público por ella ya que es mi superior y, hasta donde yo sabía tiene pareja. A la central entre hace dos años, siempre me privé de tener amistades y, me mantuve concretamente en mi trabajo y mis sucesores, pero...

En la noche que me encontré con Nora, estaba deambulando por la falta de sueño, pero verla cerca del lago con su cabello suelto al aire y una pequeña bata que detalla su hermoso cuerpo y respingón, que estuviese envuelto en seda blanca hizo que me fuese imposible no hablarle. Verla así de débil con el tema Michell, solo provoco que mi instinto protector se despertara, me moría de ganas de abrazarla, besarla y decirle que la ayudaría en lo que sea. El beso en la cocina me desconcentro por completo y sobre todo me dejo ardiendo ante el deseo de besarla toda la noche, tomar su cintura hizo que mi sangre se acumulara en el mismo punto de mi cuerpo, al poner duro mi miembro. Quise seguirla inmediatamente para que no me privara del placer que solo ocasiono con un solo beso profundo y sensual, pero no quería incomodarla más de lo que ya aparentaba, ya que se supone que tenía pareja.



****



Días después del beso con Nora, mi mente solo viajaba en aquel momento donde sentí su calor, su deseo que broto hacia mí, su personalidad dulce y amable que nunca había visto antes y que no muestra normalmente, esa noche la sensación de tenerla cerca y sentirla hizo que mi cuerpo y cabeza pidieran más de ella para entender que había pasado. La única razón de no poder ahondar más es que esta evitándome a tocas costa y odio eso, antes no me importaba que no me dirigiera la palabra, pero después de ese beso es estúpido no hablar del asunto.

En un día de cafetería, hablando con mis soldados, estaba muy entretenido con mis nuevos proyectos de vigilancia que serán pequeñas cámara y micrófonos en insectos indetectables ante otra mano que no sea mi radar. Entusiasmado con mi nuevo proyecto para el General, me voy caminando mientras atravieso la cafetería que está llena de muchos soldados de distintas áreas, me concentro en leer los pequeños detalles que les hare, escucho una risa escandalosa en la orilla de una mesa, pero sigo en ello hasta que...

—Nora... por favor— volteo rápidamente de donde proviene la frase y, me encuentro a Nora riendo fuerte con otro soldado. Mi cabeza trabaja rápido, preguntándose de que tanto se ríen ya que en ella esa raro hacer este tipo de acción. Mi impulso me traiciona y me obliga a posicionarme atrás de ellos dándole la espalda para pretender que sigo leyendo mis apuntes.

—Vamos... dime, que si—le insiste el otro tipo y en mi maldita cabeza piensa que le está suplicando.

—Está bien... pero no te ilusiones—ella le responde tranquila, pero autoritaria a la vez ya que su voz siempre suena ruda, pero su apariencia la apacigua—A las ocho—le dice el tipo mientras que yo veo de reojo como deja sola a Nora en la mesa. Un sentimiento extraño viene al mi al comprender que hablan de una cita. Decidí salir de la cafetería, pero la cabeza me ardía en pesar que Nora tendría una cita sin siquiera hablar conmigo sobre lo del beso. Mediante paso el día en lo único que pensaba en por qué, no creo que ella sea un tipo de mujer que engañaría su novio, no creo que me hubiese besado si supiera que tiene una pareja. Miro la hora del reloj y me enfurece saber que falta diez minutos para la hora que acordaron, mi impulso me lleva hasta la habitación donde ella. Respiro hondo varias veces antes de tocar la puerta, ya que si sigo así perderé la cabeza. A pesar de todas mis dudas toca la puerta con firmeza, segundos después la puerta se abre despacio dándome una pequeña vista del dormitorio.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora