Capítulo 56

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Momentos cruciales

Michell

La vida en cierta parte de tu momento siempre te recuerda que un segundo te puede volver mierda inservible, siempre que tengo un momento de luz, la oscuridad me absorbe, arrastra y me llama con urgencia y determinación. Como el día que mi madre me aseguro que siempre estaría conmigo feliz y contenta cuando en realidad tenía diagnósticos de año de vida y con muestras de decadencia. El día que estaba en mi vida rutinaria hasta que llego cierta persona me arrastro hasta una oscuridad que conquisto, y me libero. También diría que el día que mi cerebro renació mostrándome las imágenes donde yo era secuestrada, violada, humillada y maltrata por un persona lleno de maldad pura. No muy distinta a la persona que en ese momento era mi secuestrador, ninguno de los dos es diferente al otro, eso lo tengo seguro. Solo tienen una diferencia que hace más mierda mi vida. Ame a uno de ellos.

Respiro con fuerza y escucho como el cuerpo en mi tina para luego observar las letras en ruso que están escritas con sangre en el espejo, donde estoy yo detrás del color carmesí.

"Тик-так, детка, я рядом со своей королевой = Tic, tac bebé, estoy cerca mi reina."

—¡Maldita sea! —grito cayendo en mis pies. Todo me da vueltas hasta que mi cuerpo se desvanece en el suelo al ver el lago de sangre que sale de mi tina. Me teletransporto y mi cerebro me manda una imagen que hasta hoy reconozco.

"—Pondremos a trabajar tu mente Malyhs —trago saliva con dificultad e intento mover mis manos, pero están atadas atrás de la silla donde me encuentro. — , una respuesta incorrecta dos latigazos para ella, una correcta ante mis ojos será uno para ella.

Las puertas traseras se abren con dos de sus hombres grandes y malditos que siempre están dispuestos a hacerme mierda. Escupo la sangre en mi boca y maldigo en ruso al idiota que tiene el látigo en su mano. Alek me ha mostrado en estas pequeñas horas, que no es un ser humano; es un maldito, psicópata, genocida y animal que disfruta y le excita el sufrimiento. Sus hombres arrastran a una mujer pelirroja hasta mis pies, mientras el demonio de Dominic ríe al verla pidiéndome a mí, clemencia.

—Nombre. — ordena Alek y la mujer levanta sus ojos hacia mí con lágrimas gruesas.

—Dona. — responde temblando, viste un jean roto y una camisa grande color blanca, muestra sus pezones ensangrentado derraman hasta su cintura y su cabello es una mierda. Sus uñas están negras de mugre.

—Ocupación.

—Ama de casa, mi rey —le responde y no sé qué hacer.

—Familia.

—Mi marido, dos hijos; una niña y un niño. — responde con lágrimas para arrastrarse hacia su supuesto rey, como si fuese su salvador, suplicándole que la deje vivir. — Por favor, mi rey. Tengo una familia y puedo servirle a usted como desee.

Alek le impacta un latigazo en su cara y esta retrocede sangrando del rostro.

—¿¡Quién mierda te dijo que podías dirigirme la palabra!? — grita y vuelve a impactar, pero en su espalda haciendo que se revuelque en el suelo del dolor, y el corazón me quiere estallar, al verla sufrir y la impotencia que me maneja al mil.

—¡Déjala infeliz de mierda! —grito hacia este, el cual sonríe con malicia.

—Perdón, mi rey, clemencia... — llora y este no se inmuta.

—A la silla. — ordena viendo a sus hombres ignorando a la mujer que le suplica. Observo la escena sin entender una mierda y veo como los hombres toman a la mujer y la ponen en la silla atándola igual que a mí. Alek me entrega una bofetada que me hace ladear el rostro, ardiendo y sintiendo la sangre hervir.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now