Mandato

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Todo Yokohama les conocía. No existía miembro de la Port Mafia que no supiera acerca de la relación que tenían aquellos a los que llamaban "Jefe" durante sus misiones; eran un secreto a voces. Entre ellos no existía la tolerancia, mucho menos el aprecio mutuo, de eso eran conscientes. Aprovechaban cada momento del día para hacerle comprender al otro que su sola presencia era un error universal, simplemente se odiaban. Pero, fuera de todo pronóstico, demostraban confianza en su máximo esplendor.

Así era la situación entre ellos. La organización entera lo percibía, sus enemigos se veían amenazados por ese hecho; sus líderes idolatraban y explotaban aquel lazo tan extraño que les unía, y que ellos habían forjado involuntariamente, claro. Osamu Dazai sabía que con su compañero cubriéndole la espalda, las garras de la muerte jamás lo alcanzarían... al menos hasta que él decidiera lo contrario. Nakahara Chuuya confiaba su vida a aquel que le acompañaba hombro a hombro, con la seguridad latente de que no le dejaría morir, de que llegaría a tiempo. El tipo de relación que llevaban a diario era todo un misterio, y es que los integrantes que recién llegaban a la Mafia solían pensar seriamente en una razón, por muy insignificante que fuera, para que en cualquier encomienda no terminara alguno de los dos siendo asesinado por el otro. Eran más que obvias las intenciones entre ellos, no podían estar juntos.

Aquellos que se preguntaban el secreto para no terminar mal (mal en verdad), eran los mismos que, con el paso del tiempo, podían apreciar el factor principal: interés.

Si, existía cierto interés mal canalizado, uno del otro. Pasaban todo el tiempo juntos, cumplían misiones que duraban días enteros, solo teniéndose ellos dos. Con el paso de los meses, aprendieron a leer a su compañero, sin la necesidad de que existieran palabras de por medio; era increíble y aterrador al mismo tiempo. Los ejecutivos más jóvenes de la organización más peligrosa de Yokohama, no necesitaban intermediar sonido alguno para saber lo que ocurría en la mente del otro. Se volvieron una amenaza mayor de la que se tenía planeada. La confianza ciega entre ellos era su arma definitiva.

Recibieron el nombre de Soukoku, otros tantos les llamaban Double Black. Cualquiera de los dos nombres tenía el poder de hacer temblar al más rudo enemigo de la Port Mafia. Se hicieron de fama después de acabar con una organización entera en una noche, suceso que más de uno recuerda como "Dragon's Head Rush"; fue el inicio de la pesadilla de muchos. Claro que, el líder de la organización se haría de aquella racha creada por los adolescentes, para hacerse notar: la Mafia ganó control y territorio de manera abrumadora en cuestión de días. Él sabía que se detestaban, era consciente de que los límites humanos les podrían hacer alguna mala jugada, pero también estaba convencido de que "solo los diamantes se pueden pulir con diamantes". Y de esta forma, Dazai tuvo que acostumbrarse al mal humor de Chuuya, aprendió a lidiar con una habilidad que podría terminar con su vida en un instante, de ser descuidado. Y Chuuya tuvo que aprender a leer entre líneas a Dazai y la extraña manera en que su mente maquinaba, puso su vida en las manos de su compañero. Solo ellos dos se bastaban.

—Es simple, Chuuya. Solo tienes que seguir mis indicaciones.

—¿Indicaciones? — la voz del pelirrojo se notaba molesta, como era habitual en él—. ¿Tan siquiera te das cuenta de lo que me estás pidiendo?

—Claro que lo sé —respondió el castaño con una sonrisa, por demás, cargada de malicia—. Por eso mismo recalco que DEBES seguirlas si no quieres ser descubierto, claro.

—No lo haré —sentenció, para después dirigirse al mayor en la sala—. Me rehúso a pasar más de tres horas con este bastardo, Boss.

Mori Ougai, líder de la Port Mafia, era un hombre tranquilo. Usualmente mantenía la calma ante cualquier adversidad, su carácter tan peculiar le daba la autoridad suficiente para mantener una organización tan peligrosa bajo su completo control. Era inteligente, objetivo, calculador y ambicioso. Si, tenía un serio problema de debilidad ante su preciosa Elise, pero fuera de eso era la persona que ningún otro líder querría de enemigo.

DARKNESS MY SORROW |SOUKOKUWhere stories live. Discover now