Lugar seguro

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¡IMPORTANTE!

En este capitulo tenemos un pequeño punto de quiebre acerca de la depresión por la que pasa Dazai. Es muy ligera, realmente, pero aprovecho para escribirles y transmitirles que NADIE ESTÁ SOLO EN ESTE MUNDO

Si alguien aquí se siente mal respecto a sus emociones o situaciones por las que pase actualmente, por favor acérquense a algún profesional. En su defecto, o por limitaciones (que todos llegamos a tener) estoy abierta a leerlos en privado. 

Es muy importante que no se deje pasar ninguno de estos pensamientos que nos llegan a dar miedo. Repito: NADIE AQUÍ ESTÁ SOLO. 


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Sakaguchi Ango formaba parte del cuerpo de inteligencia de Port Mafia. Quienes le conocían, sabían que él era objetivo, perspicaz, con un alto nivel de tolerancia al trabajo bajo presión. Siempre mantenía la calma, incluso en los momentos en que parecía que la misión se iría al demonio. Respetado por muchos, Ango solía estar en la mira de las fuerzas de estrategia de los enemigos. Aun y con la habilidad de ser un líder nato desde las sombras, carecía de algo: confianza.

Confianza en sí mismo, en sus compañeros... en sus amigos. Claro que había una razón detrás de todo eso, pero no era el momento adecuado para revelarlo; es más, creía que lo único cierto en su vida, era que aquello no podía salir a luz, pues significaba el final de algo que había logrado con esfuerzo y sacrificios, los suficientes como para atormentarlo por las noches. No estaba preparado para dejar atrás a sus dos amigos. Por sobre todo lo que Ango representaba y se esperaba de él, anhelaba un hombro en el cual recargarse y poder contar lo que le abrumaba cada día, ser él mismo sin existir el trabajo de por medio, conocer la verdadera esencia del ser humano.

Y fue eso precisamente lo que Nakahara Chuuya le ofreció.

No lo había planeado, claro que no. No estaba dentro de sus planes ser cercano al chico del sombrero, por lo menos no de la forma en qué se dio, pues sabía de fuente fidedigna (llámese Dazai) que el pelirrojo era muy selectivo con la gente que le rodeaba. Él mismo llegó a verle de lejos, atribuyendo que el interés por tener relaciones personales no era de su gusto, y que la empatía no formaba parte de la inteligencia emocional del chico.

Cuán equivocado estaba.

Se había reprochado por juzgar al más joven sin siquiera cruzar palabra antes con él. No fue hasta que compartieron esa noche de copas en la que se contaron un poco de la vida del otro, cuidando no profundizar en información confidencial, riendo al final al darse cuenta de que Dazai tenía cierto impacto en ambos. Bromearon por horas acerca del castaño, incluso trataron de elaborar algún tipo de manual que les permitiera sobrellevar una relación de cualquier índole con el aludido. Ango realmente se sentía bien en compañía del pelirrojo, quien a pesar de ser menor que él, era más que consciente de la posición que jugaba dentro de la organización, y lo que ello conlleva. Sin embargo, no pudo evitar proyectarse en él al saberle igual de solitario y confundido con él mismo.

—Me contó que Kouyou-san le acogió una vez lo llevaste a la sede. Ella se encargó de él apenas le vio —relató a sus dos amigos mientras veía fijamente las botellas con licor frente a él.

Dazai le había exigido contarle sobre su "traición" con Chuuya, por lo que se encontraba en aquel momento rememorando la plática con el usuario de la gravedad; lo que alcanzaba a recordar. De alguna manera tenía la incómoda sensación de estar apuñalando por la espalda a su nuevo amigo y confidente.

—Sigo sin entender por qué tiene que contarnos, Dazai —observó Odasaku.

—Tengo mis razones —explicó con tono de fastidio—. Continua.

DARKNESS MY SORROW |SOUKOKUWhere stories live. Discover now