Contra el mundo

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Antes de empezar:

¡Importante! Para esta historia, los chicos tienen dieciocho años.

Listo, solo era eso... XD


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Nacido bajo las ataduras de una familia, por demás estricta y abusiva, Alek Novikova tuvo una adolescencia demasiado dura al cargar con las esperanzas de sus padres por prosperar, con la encomienda de darle peso a su apellido. Recuerda cada día como una tortura, uno más difícil que el otro. Las mañanas para él eran un completo suplicio, y es que llegó a lamentar el despertar de los sueños en los que deseaba quedarse para siempre, alejado de los planes frustrados de sus progenitores. No consideraba la influencia de las expectativas impuestas como un detonante que le volviera alguien depresivo, ni siquiera pensaba en la muerte como una opción, él solo estaba perdido. No sabía a cuantas personas les reveló su más profundo pesar: no sentirse en el lugar adecuado. El cansancio solo fue en aumento cuando ya no podía ni externar sus emociones por el simple hecho de que era ajeno a estas. Alek, a sus joviales veintiséis años no creía que existiera un lugar físico en el cual estar.

Por sobre las crisis que llegaba a padecer por las noches, esas en las que lloraba por horas hasta caer dormido, la sensación de no pertenecer a ningún lado era lo más desagradable de todo. Cuándo lo comenzó a sentir, por qué pasó y qué hacer al respecto, le tenía sin cuidado; el daño ya estaba allí, independiente de su origen.

La noche en qué se percató de aquello solo pudo reír. Y es que le parecía una situación en verdad graciosa: la familia Novikova apostaba todo al chico que se encontraba sentado sobre su cama, encogido en un ovillo mientras lloraba y reía, como si toda cordura que poseía se hubiera esfumado de un momento a otro. Ya nada importaba. Alek estaba realmente cansado de todo.

Jamás intentó terminar con su vida, no era lo suficientemente valiente para hacerse daño, aunque tampoco estaba interesado en ello. Así pues, se dedicó durante años a mantener ocupada su mente, a contar el tiempo día tras día. Se comprometió dos veces, con la esperanza de que alguna de esas mujeres fueran lo que él necesitaba para pertenecer a algo finalmente; pero nada de eso ocurrió, fue todo lo contrario. Una relación seguida de la otra, ambas fracasaron inevitablemente, y él no intentó salvarlas. No iba a forzar lo que simplemente no se podía dar.

Llegó a la conclusión de que tendría que seguir con su vida, esperaría a que el final llegara en el mejor momento, sin importar en qué posición se encontraba, la persona que estuviera a su lado, los proyectos y planes de su familia. Él solo se dedicaría a esperar.

O al menos eso creyó hasta hace unas semanas.

Siguió con la mirada al curioso chico que se paseaba por su oficina, apreció cada detalle en él. La expresión de asombro por las pinturas que decoraban sus paredes, los libros que descansaban sobre la estantería flotante, paseó un dedo por el lomo de algunos. Después, pasó a tomar entre sus manos una figura tallada en madera sobre la mesa de centro. Nakahara Chuuya era el ser más sublime con quién le había tocado coincidir, y por primera vez en lo que llevaba de vida daba gracias por pertenecer al mismo universo que él.

—¿Lo has hecho tú? —preguntó el menor, refiriéndose a la figura de madera con forma de grulla.

—No. Una empleada me la regaló hace tres años, fue en navidad —esbozó una sonrisa al recordar aquella cena.

La chica se había acercado con tanta timidez a él. Vestía un lindo traje de dos piezas con falda y saco a cuadros en tonos rojos, su cabello era rubio, sus ojos grises y una adorable sonrisa que le recibía cada mañana al entrar a la oficina. Era una chica amable y dedicada. Esa noche, en la cena, le regaló la figura antes de revelarle que se casaría, por lo que iba a dejar la compañía. Alek se alegró por ella, le dijo cuán importante era para el equipo y que le entristecía perderla, pero también le dejó en claro que lo más importante en la vida era buscar la felicidad. Por lo que le dejó irse, después de hacerle un generoso regalo de bodas.

DARKNESS MY SORROW |SOUKOKUKde žijí příběhy. Začni objevovat