Segunda fase

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ADVERTENCIA!
La verdad es que me dieron escalofríos escribiendo este capitulo. Tiene un poquito de violencia, así que vayan con cuidado. 


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Chuuya había perdido la cuenta de las veces en las que dependió de Corrupción para terminar alguna misión con éxito. Y es que estaban tan confiados de ello, que se comenzaba a hacer costumbre usarlo en cada oportunidad; eran el Soukoku, después de todo y necesitaban infundir miedo para hacerse notar. Pero aquello solo era un engaño más pues, fuera de ser una acción rápida, lo hacían por satisfacción. Ellos amaban el caos, disfrutaban destruir todo a su paso. Para Dazai, incluso, le parecía algo digno de contemplar, pues era innegable el brillo que sus ojos emitían de pura admiración; él amaba ver a Chuuya en su estado corrupto, era la representación de la belleza misma.

Así que, impulsado por la felicidad que le embargaba saber que Dazai le veía de tal forma, accedió en todo momento a usar su habilidad hasta llevarle al límite; una completa tontería de adolescentes que buscaban la aceptación del otro.

Independiente de la razón, y por poco humano que fuera, su cuerpo comenzó a presentar dificultades. Las secuelas eran cada vez peores. Por lo que bajo indicaciones de Mori, y un fuerte regaño de Kouyou, el Soukoku pactó usar Corrupción solo en casos realmente necesarios. Eso los llevó a buscar misiones que fueran demasiado para los demás, con la finalidad de terminar mostrándose tal cual gustaban de ellos mismos. De esa forma, Osamu veía con cariño al pelirrojo que descansaba la cabeza en sus piernas, mientras esperaban a que sus subordinados pasaran por ellos para llevar al ojiazul a revisión médica; solo entonces, ellos dejaban de pelear y se dedicaban a disfrutar del calor del otro. Solo entonces, podían amarse sin tener que emitir palabra alguna al respecto.

En ese momento sentía el cuerpo tan pesado, que la simple tarea de abrir los ojos era imposible. Estaba demasiado cansado, casi tanto como al usar Corrupción; el dolor también era similar. Sonrió, o al menos trató de hacerlo, al pensar que estaba más que perdido, sin nadie que le pudiera auxiliar. Aunque realmente no esperaba que alguien apareciera para salvarlo. Tenía frío, temblaba por completo, los espasmos no se habían detenido en ningún momento. Cada parte de él sufría las horas de tortura por las que le habían hecho pasar, ya casi se había rendido. El solo respirar era un suplicio.

Tal vez debía darles lo que querían. ¿Qué probabilidad había de que le dejaran en paz?

Intentó negar ante la idea. No podía rendirse tan fácil, no cuando Dazai le buscaba. Porque lo hacía, ¿no?

El dolor le hizo respingar cuando sintió la aguja hundirse en su piel. No sabía cuantos, pero estaba seguro de que lo que corría por sus brazos y piernas era la sangre que escapaba de él por los objetos incrustados en sus extremidades. Estaba preparado para lo que seguía. Fue cuestión de horas para entender sus métodos. Y si bien, no eran tan sádicos como Port Mafia, no dejaban de ser demasiado para cualquiera con el paso del tiempo. Apretó los dientes cuando la corriente eléctrica viajó a través de él, y exhaló fuerte al término de la misma. No podía más.

—A5158 —escuchó que le llamaban por ese maldito nombre cual rata de laboratorio—, esto puede terminar, sabes qué hacer. Deja de resistirte ante lo inevitable. ¿No estás en tu límite?

Claro que lo estaba, deseaba tanto descansar. Dejar de sentir tanto dolor recorrerle cada cinco minutos, respirar sin medio a ahogarse por no tener control sobre su cuerpo. Pero sobre todo, anhelaba tener cerca a alguien que le dijera que estaría bien, que terminaría pronto.

DARKNESS MY SORROW |SOUKOKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora