Contradicciones

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Aquella mañana, más de uno se levantó con la extraña sensación de que sería un día agitado. Con la ansiedad que solo la incertidumbre puede crear, salieron de sus hogares. Apenas llegaron a la oficina, la mirada angustiada de Sakaguchi Ango les recibió, junto a la noticia más molesta que pudieron escuchar a las nueve de la mañana: un dotado se encontraba en alguna parte de la ciudad causando estragos a su paso, sin aparente conocimiento de lo que hacía.

Los días agitados parecían no tener fin, pues después de haber encontrado los sobres con la información que Alek trabajaba en ese momento, comenzaron a darse casos similares con mayor frecuencia. El cansancio comenzaba a pasarles factura. No pasaban de solo algunas horas de sueño, tenían atrofiados los músculos por correr a auxiliar a los civiles cerca de los incidentes, para terminar con un usuario descontrolado y desaparecido al verles llegar a la escena. Todo eso, sumado a la extraña actitud de Dazai, tenía a más de uno agotado física y emocionalmente.

—El usuario de habilidad ha perdido el control de la nada —indicó una vez entraron a la sala de juntas. Mostró en la pantalla la noticia en vivo—. La policía ha intentado detenerlo, pero parece imposible. El hombre ni siquiera responde a ellos. Es como si-

—Le estuvieran manipulando —determinó Rampo.

A su lado, Atsushi miró en el televisor el caos. Estaba claro que tenían que salir inmediatamente.

Naomi soltó un suave grito cuando vieron como, de los postes de electricidad alrededor del hombre, salían disparados rayos, haciendo correr a las personas cerca. Los oficiales que trataban de controlar al atacante fueron empujados por la energía; quedaron en el suelo, sin poder levantarse. No había manera de hacerle frente.

—¡Tenemos que ir! —Atsushi se levantó de la silla. No creyó soportar más tan solo viendo desde su sitio—. Kunikida-san, yo puedo encargarme.

—Lo harás, pero como apoyo. Dazai ya va en camino.

—P-Pudo haberme esperado. Él no podrá acercarse estando solo.

—No lo está —interrumpió el rubio. Sobó el puente de su nariz antes de continuar—: Por alguna razón, que aún desconocemos, estaba cerca de la zona. Da la casualidad que, a unos minutos de ahí, también estaba Nakahara Chuuya. Así que se tomó la decisión de enviarlos a ambos.

—... No creo que sea una coincidencia —aseguró Yosano. Ella, al igual que Rampo, creía que todo el tema estaba enlazado con el ejecutivo—. Podría apostar a que ese usuario iba directo a su departamento. Dazai pudo haber estado cerca por "casualidad" —señaló con los dedos—, pero Nakahara vive por la zona. Por lo que tengo entendido.

—Es correcto —Ango se sentó después de cambiar con el control la imagen en la pantalla. La fotografía de un hombre de cabello negro, corto, y una expresión de seriedad en el rostro, les vio desde el otro lado—. Él es Kaneda Ryuu. Puede manipular la electricidad a su antojo; claro que eso le ha llevado a cometer algunos fraudes. Actualmente trabaja para una corporación de mantenimiento, y se sabe que iba camino a su empleo cuando decidió dar rienda suelta a su poder.

—¿Sólo así? —Rampo se mostró interesado—. Quiero decir, ¿no se detuvo a comprar algo para desayunar, iba acompañado de alguien, recibió una llamada...? ¿Nada?

Ango negó en respuesta.

—¿Me estás diciendo que fue manipulado sin haber tenido contacto, de cualquier tipo, con alguien?

—Tenemos agentes encargándose ahora mismo de checar las cámaras de seguridad más cercanas. Puede que alguna nos dé señal de lo que ocurrió.

DARKNESS MY SORROW |SOUKOKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora