Pinchazo y Hipo.

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Luego de tres semanas, se quito el yeso y espero una semana más para acostumbrarse en utilizar sus piernas de nuevo, lo recomendable era no andar en tacones tan pronto pero esa regla le valió cinco en especial porque debía dar una junta

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Luego de tres semanas, se quito el yeso y espero una semana más para acostumbrarse en utilizar sus piernas de nuevo, lo recomendable era no andar en tacones tan pronto pero esa regla le valió cinco en especial porque debía dar una junta. Como el embarazo estaba ya en el quinto mes y seguía sin decirlo públicamente, hizo lo que pudo para que no fuera tan notorio, escogió un bonito pantalón a rayas azul marino, un top blanco cruzado y encima un saco del mismo color que el top, por ahora continuaba sin explotar realmente así que esperaba que nadie la descubriera.

Al llegar a la constructora como siempre todos sus empleados se apuraron para estar en sus puestos, Tania la recibió con una taza de café que ella acepto nada más para aparentar, mientras hacía su caminata habitual hasta la sala de juntas escucho a su asistente que le daba los últimos detalles, antes de ingresar le entrego la taza nuevamente pidiéndole que le preparará un té. Pasó al menos una hora en esa junta, se reunió con los ingenieros a cargo del edificio donde ella sufrió el accidente, por suerte las obras iban de bien a mejor, algo que la tranquilizaba.



– Buen trabajo señores, nos veremos en la próxima junta y espero que todo siga tan bien como ahora

– Así será Doña.



Mientras ellos se retiraban, comenzó a juntar sus cosas dado que debía ir a casa, Aliyah iba a recibir su siguiente vacuna dentro de una hora.



– Hola mamá ¿Tienes tiempo?

– Si unos minutos, debo volver a casa ¿Pasa algo?

– Es sólo para confirmar si vamos almorzar juntas

– Si, vente a la casa, aún no vuelvo oficialmente a la oficina, está junta era importante nada más

– De acuerdo — sonríe — Llevaré helado para que Aliyah se sienta mejor

– Por favor, heredó mi fobia a las agujas, estará algo sensible todo el día

– Ay pobre bebé... Bueno las veo en el horario de almuerzo ¿Te acompaño hasta el elevador?

– De acuerdo — toma su bolso

– Que bonita estás por cierto, escondiste bien a mi hermanito

– No quiero que lo sepa el mundo aún, empezarán a criticar todo lo que decido y tampoco quiero que pienses que me voy a suavizar por llevar un humanito en el cuerpo

– Pero si tú eres suavecita — la abraza aprovechando que no estaban viéndolas y acaricia su vientre

– Con ustedes obviamente pero con el resto no, hay que separar el trabajo de la casa

– Aww, eres suavecita con tus hijas

– Por supuesto, si son mis princesas, el príncipe también recibe mimos — presiona el botón una vez esta frente al elevador

Libertad Where stories live. Discover now