Muy Capaz.

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Al día siguiente Altagracia se presentó en la naviera temprano como era de esperarse, todavía no serían las reuniones sólo que ella quería revisar todo con detalle, desde que fue a prisión no le había prestado demasiada atención a la tapadera para...

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Al día siguiente Altagracia se presentó en la naviera temprano como era de esperarse, todavía no serían las reuniones sólo que ella quería revisar todo con detalle, desde que fue a prisión no le había prestado demasiada atención a la tapadera para sus negocios sucios, toda la mañana esa fue su prioridad hasta que por supuesto su celular comenzó a vibrar y vibrar sobre el escritorio, la primera llamada fue de Aliyah desde el celular de Magda, se estaba quejando de que su papá la haría llegar tarde, también de Nanu que había vuelto a hacer de las suyas.

Toco tranquilizar a la peque y luego la mando a desayunar así José Luís no tendría excusa para moverse más rápido, la siguiente llamada llegó minutos después, está vez por parte de él, se sentía muy confundido, no sabía donde estaban las cosas de Aliyah, Nanu lo estaba enloqueciendo, así que no le quedó de otra más que hacer a un lado el trabajo para decirle lo siguiente "Aliyah tiene todo lo que es de la escuela, dile a Magda que cuide de Nanu, ponte el saco y llévala a la escuela antes de que se haga tarde, luego arreglamos lo que sea que le pase al peque".

Y eso funcionó pero sólo hasta que dejó a Aliyah en la escuela, el milagro fue que llegó justo a tiempo, ya después pidió auxilio pues Nanu lloraba hasta ponerse rojo, pedía a gritos por su mami y nadie lograba calmarlo, sumando a eso que Aliyah estaba enojada con su papá, definitivamente no era una buena mañana para José Luís y ella lo entendía pero, si quería llegar a casa para evitar que más días así se repitieran, tenía que lograr ponerse al día con la naviera, sin embargo ahora los asuntos de la casa no los podía hacer a un lado, por eso simplemente se puso cómoda en la silla.






– ¡Ya intentamos todo!

– Cielo trata de calmarte que si él te ve así, sólo va a llorar más fuerte, pídele a Magda que saque alguna blusa mía, se la dan y de paso me pones en altavoz... Tal vez se calme un poco

– ¿Y si te lo llevo hasta Río? Serán un par de horas nada más, de hecho deberíamos de ir todos

– Aliyah tiene clases, no las puede perder y si me los traes voy a estar distraída, tengo mucho papeleo pendiente, reuniones largas, conferencias a larga distancia con potenciales socios, no puedo enfocarme en otra cosa hasta que se termine todo este desastre

– No vamos a distraerte

– Aja y yo soy pelirroja natural — juega con un mechón de cabello — Mejor ponme a mi bebé

– Es injusto que con él seas más cariñosa y atenta

– A ti no te parí, obviamente lo amo más a él

– ¿¡Qué!?

– ¿Me vas a decir que tú no amas más a Aliyah que a mí? Por favor, si es tu princesita

– Muñequita

– ¡Lo mismo hombre! Ya, ponme a mi bebé, no me gusta que esté llorando así

– Sigue siendo muy injusto

Libertad Where stories live. Discover now