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Por suerte para Altagracia, las vacaciones de Mónica no habían durado más de tres semanas, si hubo un reemplazo la última semana porque Altagracia estaba sobrecargada con todo y necesita delegar sino habrían problemas en la oficina, en cuanto a su loca idea de organización... Pues nunca fue tan efectiva, Mónica no estaba sobrecargada de cosas y ella tampoco. Los primeros tres meses fue sencillo terminar todo a tiempo, asistió a gran parte de las juntas con los socios dejando que Mónica se encargará de lo demás, la primera vez que se encargo de los activos Altagracia se quedó a su lado para ayudarle a entender como debía verificar que todo estuviera en orden.
Al final le estaba entregando la contabilidad de la empresa, todo calculo debía de ser preciso sino faltaría dinero para material o para pagar a las personas, esta responsabilidad Mónica la manejo bien ya que había tenido a Altagracia de maestra desde que se reincorporó en la empresa, además de eso Mónica se había preparado pero haber contado con la ayuda de su madre facilito las cosas bastante. Con el tema de la boda, bueno... Altagracia estaba enloqueciendo, José Luís no lograba decidirse con el tema, osea no tenían idea de cómo decorarian todo; aunque ella había tratado de darle un par de opciones él seguía insistiendo que no era suficiente.
Altagracia sólo quería firmar de una maldita vez los papeles, ponerse los anillos y beber hasta caerse pero se estaba casando con el clon de Victoria Ruffo por lo que se tardarían un buen rato hasta llegar ahí, mientras tanto el asunto de la comida ya estaba resuelto, los postres y bebidas también, lo que quedaba pendiente era el pastel de bodas, adivinen quien no se decidía si quería bizcocho de vainilla o chocolate; mientras José Luís se encargaba de averiguar que quería, ella volvía a sus negocios ya que no podía pensar en el vestido tampoco, no quería desentonar con la decoración, lo mismo pasaba con el atuendo de los niños, lo peor de todo es que se estaba acercando la fecha de la boda.
Iban a casarse luego de que las cosas se calmaran en Las Constructoras, la de México y Fracia, todo lo que tenía que ver con la Naviera ya estaba resuelto, tenía dos meses más para tener la boda lista o iba a cancelarla, ya se lo había dicho a José Luís, no pensaba estresarse más con ese asunto ya que por ella, hubieran ido al juzgado y luego a unas merecidas vacaciones al Caribe. El siguiente mes que paso lograron encontrar el tema de la boda, por lo que al fin podía mandar hacer el vestido de Aliyah, el de Mónica y el traje del pequeño Manu. Así como su vestido de novia también para todo esto tuvo que reunir a sus tres hijos en la oficina cuando llegó la diseñadora.
– Para la chiquita, algo rosa ¿Tienes los diseños que te mande no?
– Si ¿Ya saben cuál van a querer?
– Aliyah, dile cual te gusto más para que te saque la medidas ¿Si?
– Sipi.
– Mónica lo mismo para ti, yo voy a ayudarle a Karla para que pueda sacarle las medidas a Nanu — carga al pequeño
