Bailarín Exótico.

439 43 139
                                    

¿Recuerdan el inicio de esta historia? Yo poniéndoles al día con mis mil desgracias ¡Vaya! Que gran cambio ¿No creen?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Recuerdan el inicio de esta historia? Yo poniéndoles al día con mis mil desgracias ¡Vaya! Que gran cambio ¿No creen?. La maternidad se me hace una de las etapas más difíciles en la vida, sin embargo sigo aquí, cada día más cansada, con un gramo menos de paciencia pero amando a mis monstruitos, la razón por la cual soy yo la que está narrando es simple, han pasado ya dos años desde que Manu, si al final le terminó quedando el nombre, había nacido ¿Si recuerdan el parto no? Porque yo se lo tengo que recordar a José Luís cada que la sola idea de tener otro bebé aparece.

Aliyah tenía seis años, cada día más loquita, no guarda silencio un sólo momento del día, sin embargo es una traidora, se pasó al lado de su padre, prácticamente ya ni se acuerda que tiene madre. Pero mi bebé, esa bolita llena de amor que tira todo a su paso, me adora, me adora tanto que a veces no me suelta y eso se vuelve un pequeño problema, soy mamá pero empresaria también. Nanu [como le digo yo de cariño] es muy apegado a mí y si es culpa mía, en mi defensa... No puedo con él, supe que tendría problemas desde que descubrimos que la única forma de pasarlo a su cuna era dándole una mantita impregnada con mi perfume.

Después de eso dejar de amamantar fue un infierno, me hacía huelgas de hambre ¿Se lo pueden creer? ¡A ese extremo llegaba! Por eso tuvimos que llegar a una especie de arregló, durante las noches antes de dormir debía acomodarlo en mi seno hasta que quedara profundo, lo que no era difícil dado que se parece todo a su papá, ni bien cierra los ojos ya no los abre hasta la mañana, quien pudiera tener ese poder. En fin, hasta ahora que tiene dos años a veces debo seguir esta rutina, más especialmente cuando le toca sus vacunas o simplemente anda con una mamitis que paraliza todo lo demás.

Mónica y yo vamos a terapia juntas, se le llama terapia familiar, por supuesto luego debemos ir a la individual porque, tremendos los traumas que tenemos flotando sobre nuestra cabeza; hoy por hoy nuestra relación es más sólida, cariñosa e incluso hay muchísima más confianza que hace dos años, todavía hay varias heridas abiertas entre las dos pero por lo menos estamos trabajando para superarlo. Mi miedo al compromiso continua latente, tanto que en estos dos años he rechazado dos veces la propuesta de matrimonio de José Luís, enojense todo lo que quieran porque no me importa.

La primera vez fue mi miedo encendiendo una gigantesca alarma roja en mi cerebro, la segunda... Debo admitir que lo hice más por joderle que por el miedo al compromiso, aún así los dos teníamos una relación... Mitad estable y la otra llena de caos, pero era normal, dos adultos sin ninguna experiencia criando a dos criaturas, tratando de ser personas, pareja y trabajar, obviamente tendríamos nuestros momentos donde mandarnos al infierno era poco, pero seguíamos juntos y tolerandonos lo que según yo, es una buena señal, ahora su desempeño como papá había mejorado, todavía tenía sus momentos donde le concedía de todo a nuestra hija pero bueno, yo era igual, la joderemos juntos sin duda alguna.





– ¿Qué hora es? — susurra abrazándose a su cuerpo

– Faltan quince minutos para que suene nuestra primera alarma — murmura dándole leves palmaditas a su brazo

Libertad Where stories live. Discover now