FLORES DE CEREZO

CAPÍTULO 18. UN VIAJE A MOYU

Se fijó la fecha en que Lin Rufei iba a dejar la montaña.

El hermano menor más querido de la familia se iba, por lo que los hermanos mayores, naturalmente, querían apilarle las mejores cosas. Solo un talismán que podía transmitir voz, trajeron 500 de ellos. El precio de este talismán era caro y 500 podrían valer los gastos de un año de una pequeña secta. Lin Bianyu incluso quería encontrar una espada para Lin Rufei, pero cuando Lin Rufei se paseó por el almacén de su familia, no vio una de su agrado. De hecho, no era que no le gustaran estas espadas, era solo que no podía levantar ninguna de ellas.

Originalmente, una espada ordinaria envainada parecía haber sido pegada a la vaina. Lin Rufei extendió la mano para tirar, pero no se movió.

Lin Bianyu estaba tan enojado que casi rompió todas estas espadas que no le dieron ninguna cara a su hermano.

Pero incluso sin una espada, no debería ser un gran problema. Lin Rufei sintió que la rama de flor de cerezo era bastante útil, por lo que abrió la boca para consolar a Lin Bianyu y dijo que con todos los tesoros espirituales que le dio, era suficiente.

Lin Bianyu todavía estaba de mal humor, diciendo que Wan Yao sugirió la idea de dejar que Lin Rufei abandonara la montaña. Wan Yao dijo que las montañas Kunlun eran solo un estanque de agua estancada para Lin Rufei y que la oportunidad de vida de Lin Rufei estaba al pie de la montaña. Con estas palabras y viendo a Lin Rufei derrotar a Wang Teng, los hermanos mayores aceptaron a regañadientes dejar que Lin Rufei viajara montaña abajo.

Sin embargo, Lin Bianyu tenía algo que pesaba mucho en su corazón. Jianghu era peligroso, temía que Lin Rufei no regresara una vez que se fuera y que nunca lo volvería a ver.

Lin Rufei lo sabía muy bien. Le sonrió a Lin Bianyu y dijo que no se preocupara. Incluso con algunos Wang Teng más, aún podría defenderse. Además, no hay tantos Wang Tengs en el mundo.

Lin Bianyu suspiró y no dijo nada.

En estos dos o tres días, el anillo dimensional de Lin Rufei estaba lleno hasta el borde. La ropa que vestía también fue reemplazada por tesoros espirituales. Incluso su ropa interior estaba envuelta en una suave armadura dorada. Haciendo que Lin Rufei se sienta como una gran tortuga completamente blindada.

Solo por lo que estaba cargando con él en este momento, si se encontraba con algún cultivador, lo más probable es que ni siquiera pudieran romper la capa más externa de defensa de Lin Rufei, y mucho menos lastimarlo.

Pero los hermanos mayores todavía estaban muy preocupados y le advirtieron sobre las reglas en Jianghu. Dijeron que si los extraños le ofrecían vino, que no lo aceptara fácilmente. Si se encontraba con algún viajero en la carretera en el que no se podía confiar fácilmente o si se encontraba con personas a las que no podía vencer, huya de inmediato. Los elementos dentro de su anillo dimensional fueron suficientes para llevarlo de regreso a las montañas Kunlun.

Lin Rufei recibió una lección de las tres personas a su vez. Su cabeza era tan grande como un balde y antes de que se fuera, ya se había marchitado mucho. Se sentó en una silla y rápidamente se quedó dormido.

Como resultado, Lin Weirui lo despertó nuevamente tirando de su mejilla y ella comenzó a recitar las lecciones nuevamente.

Lin Rufei no quería llevarse a Fu Hua y Yu Rui con él. Cuando las dos niñas escucharon esto, dejaron de hablar y comenzaron a derramar lágrimas. Yu Rui fue fácil de despedir, solo tuvo que meterle dos dulces de maíz en la boca y no pudo llorar más. Pero Fu Hua no fue fácil. Miró con tristeza a Lin Rufei y estaba llorando mientras preparaba la bolsa de viaje de Lin Rufei.

El cerebro de Lin Rufei dolió por su llanto y preguntó: "¿Por qué estás llorando?"

"Fu Hua ha estado cuidando al joven maestro durante más de diez años. Cuando el joven maestro se va, quién sabe cuándo volverás. ¿Todavía no estás permitiendo que Fu Hua derrame una lágrima o dos?" Fu Hua ahogó un sollozo.