FLORES DE CEREZO

CAPÍTULO 66. XUYU, XUYU

He Xieyi, con ese gran bulto llamativo en la cabeza, conversó con Lin Rufei por un rato; desde qué tipo de vino le gustaba a Lin Rufei hasta qué tipo de comida le gustaba comer a Lin Rufei. Cuanto más hablan, más se conocían y como los dos continuaron hablando más y más el uno del otro, He Xieyi realmente quería levantarse de la cama y tomar una copa con Lin Rufei cuando se emocionaron.

Afortunadamente, aunque este hermano, He Xieyi, no era muy confiable, el hermano menor, He Wanxiang, todavía estaba muy tranquilo. Cuando vio que su hermano quería saltar, agarró los hombros de su hermano y lo empujó hacia abajo: "La cabeza de Lin gongzi también duele, solo déjalo libre."

Lin Rufei accedió apresuradamente y dijo que también le dolía la cabeza por la noche anterior.

"Oh, olvídalo entonces". He Xieyi dijo con una mirada arrepentida que llevaba un deseo insatisfecho: "Pensé que eras un buen bebedor, ha pasado mucho tiempo desde que la pasé tan bien."

Cuando Lin Rufei lo escuchó elogiarlo por su buena capacidad para beber, dijo arduamente: "¿Cómo puede decir He gongzi... que soy un buen bebedor?"

He Xieyi se rascó la cabeza: "Casi nunca he estado borracho hasta el punto de perder el conocimiento, desde que Lin gongzi pudo noquearme, debe ser un buen bebedor."

Cuando salieron estas palabras, Lin Rufei y He Wanxiang miraron el bulto en la cabeza de He Xieyi por un momento en silencio. Pero los dos acordaron tácitamente no decir nada y cambiaron de tema. Lin Rufei miró el sol caliente afuera y dijo que era un buen día para dormir. Como He gongzi tenía dolor de cabeza, primero debería descansar bien y no continuaría molestándolo. Sin esperar a que He Xieyi ofreciera un impedimento, Lin Rufei y He Wanxiang se escaparon.

Cuando salieron de la habitación, se miraron el uno al otro y no pudieron evitar estallar en carcajadas.

He Wanxiang negó con la cabeza, "Mi hermano, ah ...... jajajajaja".

Lin Rufei también se rió y dijo que He Xieyi era una persona interesante, no, para ser precisos, toda la familia He era muy interesante.

Mientras los dos conversaban y salían, de repente escucharon el sonido de los cascos de un caballo acercándose. Lin Rufei buscó el sonido y vio a un hombre que pasaba al galope y se dirigía a la residencia del jefe de la familia He. Esta persona había entrado en la fortaleza de la familia He pero no disminuyó la velocidad en lo más mínimo y no tenía la intención de desmontar. Los miembros de la familia He al costado del camino se apartaron y mostraron insatisfacción con esa persona. Lin Rufei también notó que la expresión de He Wanxiang cambió ligeramente después de ver a ese hombre, como una frialdad con una pizca de disgusto.

En todos los días que pasó con He Wanxiang, Lin Rufei nunca había visto una expresión tan negativa en su rostro. Pero He Wanxiang no lo mencionó, por lo que tampoco se sintió apropiado para preguntar.

Lin Rufei volvió la cabeza y vio que el hombre, que acababa de salir a toda velocidad, fue detenido por un sirviente de la familia He. Ahora se veía muy enojado: "¿Por qué no me ve? ¡¿Tu familia He simplemente se sienta y ve morir a alguien sin ayudar?!"

"El cabeza de familia tiene algo que hacer". El sirviente se acercó para detenerlo, "Señor, por favor, regrese".

"¿Algo que hacer? ¡Cómo puede haber algo que hacer cada vez!" El hombre dijo enojado: "¡Creo que simplemente no quiere verme!"

El sirviente no dijo nada en respuesta y siguió mirándolo con frialdad.

Cuando el hombre vio que el sirviente no iba a dejarlo pasar, miró a su alrededor y posó sus ojos en Lin Rufei y He Wanxiang. Lin Rufei murmuró en secreto un "malo" y, de hecho, el hombre corrió frente a ellos en unos pocos pasos: "Te reconozco. ¡¡Eres el hijo de He Jitian, He Wanxiang, verdad?!!"