Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)

Capitulo Uno

Siempre había pensado que la vida era una porquería, algo que no merecía la pena. Esa cosa que deseas que acabe pronto. El típico y sufrible pensamiento adolescente. Pero en realidad nunca supe vivir. Ya era demasiado tarde para aprender.

Abrí los ojos, desperté, empapado en sudor, el calor en el verano siempre se hacía sentir. Levanté mi rostro y miré por la ventana, un pajarito empezó a cantar en el árbol, extendiendo sus alas para darme los buenos días. Despertar con música siempre era buena opción.

Cuando terminó me levanté, me bañé, puse un poco de música «Holy Ground-Taylor Swift », me peiné, me vestí, solo una sudadera y unos jeans, y justo cuando estaba a punto de abrir la puerta me llegó aquel típico pensamiento adolescente: Hoy será otro maldito día de mierda.

—Hasta que bajas. — Me dijo mi madre mientras ponía mi desayuno en la mesa. — Otra vez llegaras tarde.

—¿Otra vez? —Pregunté yo.

—Has llegado tarde toda la semana.

—Si, creo que es de las ansias por querer salir de casa. —Dije sarcásticamente.

—Te propongo algo. — La volteo a ver a los ojos, con cara de "Ya mátame" — Si hoy logras llegar temprano a clases te dejaré salir.

—¿Hablas enserio?

—¿Por qué no lo haría?

Este día pintaba ser diferente a los demás, hoy ocurrirían milagros, pero no me haría tantas ilusiones, esto no es un programa mexicano de sucesos milagrosos a base de una rosa que aparece de la nada.

—Te prometo que llegaré temprano hoy  —La mire con entusiasmo y cara de "Eres la mejor mamá, aunque mi padre no piense lo mismo".

—En ese caso, deberías empezar a apurarte desde ya, no me mires así y siéntate a comer con tu hermana.

—¿Y mi hermana? —Pregunté, lo anterior me había recordado de su existencia.

—Agh mierda. —Insultó mi madre. —Parece que este día si habrá alguien que se quede sin salir.

Farah, mi hermana, podría pasarse horas y horas peinándose, su pelo era lindo, pero ¿amanecía tan horrible todas las mañanas para pasar más de dos horas peinándose frente a un espejo?

—Espero que no baje. —Dije.

—Calla y apúrate, no querrás quedarte sin salida hoy. 

Oh carajo, mi mamá me estaba inspirando para llegar temprano a clases, lo peor del caso es que yo le estaba haciendo caso. Eso no se ve siempre.

En ese momento Farah bajó por las escaleras con algo de prisa, se notaba en sus pisadas alteradas.

—Oh mierda, se hará tarde. —Dijo mientras seguía bajando los escalones de las pequeñas escaleras.