Capitulo Catorce

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Angie, desconsolada, ahora más fría que nunca

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Angie, desconsolada, ahora más fría que nunca. ¿Qué se puede pensar después de que tu secreto es rebelado frente a toda la escuela?

Luca corrió detrás de Angie hasta llegar al pasillo, en donde Angie dejó de correr solo para voltear hacia atrás y enfrentar los hechos.

—¿Qué es lo que quieres? — Le gritó ella en la cara. Yo solo observaba desde lejos.

—Tenemos que hablar, Angie.

—¿De qué? ¿De el hecho de que fui humillada enfrente de todos? ¿Ahora tú también vendrás a seguirme humillándome más?

—No Angie, las cosas no son así.

—¿Entonces, que harás ahora que sabes toda la verdad? Felicidades, ahora sabes que he estado enamorada de ti en secreto, ahora recházame y tírame como la basura que me siento en este momento.

—No debes sentirte como una basura, la carta fue linda, ahora lo sé, los dos sabemos que debemos hablar. Angie, vayamos a otro lugar, vas a estar mejor, te lo aseguro. Esto se convirtió en un problema de los dos y es necesario que nos lo confesemos, es necesario arreglar nuestros sentimientos. Hagámoslo en privado. — Luca tomó de la mano a Angie y la llevó a un lugar alejado de todos. No quise seguirlos, también me siento confundido.

Regresé a la cafetería y me dirigí directamente a Ross. Estaba demasiado enojado, Ross solo se tomaba todo como un puto juego.

—¿Tan enfermo estas que ahora disfrutas de humillar a quienes ni siquiera se lo merecen? — Le grité, delante de todos. Ross empezó a bajarse de la mesa para ponerse frente a mí. —Ah no, espera, siempre has sido así. ¿Qué es lo que disfrutas? Estoy seguro que te alegra recibir atención porque en casa nadie te la da.

—Aww, mírenlo, tan estúpido defendiendo a su amiguita. ¿Ya te van a bajar al novio? Estoy seguro que tienes muchos celos, maldito gay.

—Esto no es un juego Ross. Ya mandaste a alguien al hospital hoy, y por mis amigos yo también estoy dispuesto a terminar en uno.

—Pues si sigues gritándome delante de todos, estoy seguro de que terminaras peor.

—Aléjate de quienes no te hicieron nada. Deja de hacerle daño a inocentes. Ya derramaste sangre, pero si sigues así muy pronto alguien derramará la tuya. Tienes 18 malditos años, aun no logras salir de la estúpida preparatoria. Compórtate como un adulto. — Un pensamiento vino a mi cabeza, tenía tantas ganas de herirlo, no a golpes. Algo me decía su punto más bajo, y el coraje me ganó las palabras. —Compórtate como tu padre quiere que seas. Por algo aun no logras satisfacerlo.

Pude ver como el puño de Ross se cerró y se empezó a dirigir hacia mi cabeza. No tuve miedo, hoy no sería el día de mi muerte. Mantuve mi cabeza en alto, esto lo hago por ellos.

El golpe nunca se dio, la mano de uno de los profesores detuvo a Ross antes de mandarme directo al hospital.

—Basta Ross, ya es hora de que te largues de esta escuela. —Dijo el profesor Maximian, luego se lo llevó. Ross fue expulsado.

La gente a mi alrededor empezó a murmurar.

—Por fin se fue. — Decían, parecían contentos, parecían libres.

Farah me tomó del hombro y sentí mucha paz. Una inexplicable paz que solo me hacía sentir que por fin una de mis tantas pesadillas había terminado.

—Esto no termina aquí, pequeño. — Me dijo Aaron Blake.

Aaron es el mejor amigo de Ross, siempre están juntos. Se conocen desde hace 5 años. Por lo que sé, sus padres se hicieron mejores amigos, pero el padre de Aaron murió asesinado por crímenes del pasado. Aaron se tuvo que mudar a vivir completamente solo cuando tenía apenas 16 años, lo que lo orilló a seguir poco a poco el alucinante placer de las drogas. No es un misterio para nadie que Aaron es peligroso, aunque no lo parece, al lado de Ross cualquiera parece un santo. Parece que Aaron siempre ha vivido bajo la sombra de Ross. Es extraño como aun después de que Ross siempre le robe todos los amoríos a Aaron, estos parecen jamás tener problemas. Aunque nadie sabe que pasa por sus cabezas. Básicamente Aaron es la persona que vuelve a Ross violento. Aaron hace los planes, Ross los ejecuta.

Aaron se fue de la cafetería. Yo solo esperaba a que Luca y Angie volvieran. La impaciencia me ganó, ya que a los minutos me fui a los pasillos para ver si los encontraba.

Al pasar por el pasillo pude ver como Angie salía de uno delos salones, totalmente sola.

—¿Todo bien? —Le pregunté.

—Todo está bien. Al fin lo comprendí, Luca no me corresponde a mí. Pero estaré feliz de que te corresponda a ti.

La duda me invade, sin embargo, prefiero callar. Hay tanto en juego en estos momentos de mi vida. Luca, tus sentimientos son todo un misterio, uno que planeo descubrir contigo.

Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)Where stories live. Discover now