Capitulo Veintidos

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—¿Deberíamos contarles a los demás? —Preguntó Luca, mientras me tomaba de la mano en un espacio alejado de los demás en el colegio

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—¿Deberíamos contarles a los demás? —Preguntó Luca, mientras me tomaba de la mano en un espacio alejado de los demás en el colegio. Era martes, la gente estaba enloquecida por los últimos eventos. Estábamos solos, sabía que nada pasaría si él estaba junto a mí, y, aunque no fui una víctima, aun siento miedo.

—¿De qué hablas? —Le pregunté.

—De lo nuestro, ¿es un buen momento para que lo sepan? Digo, no quiero alejarme de todos en la escuela solo para darte un beso, o tomarte la mano, quiero presumir que te tengo de novio. —Jamás pensé que Luca diría algo así, digo, toda mi vida pensé en el como una persona hetero, y verlo ahora, queriendo presumir a tremendo homosexual como yo, me pone tan feliz.

—Siempre será buen momento para esto. Además, ya todos nuestros amigos saben que soy gay, la pregunta es: ¿Estas listo para salir del closet por mí?

—Por ti hago lo que sea. —Me jalo de la mano y me levantó del asiento en donde estábamos. Nos dirigimos hacia la mesa donde estaban todos sentados.

—Chicos. —Dijo Luca, aun tomándome de la mano. —Tenemos algo que contarles. —Esta vez no solo estaba Angie y Farah, Tomás las acompañaba. Este último se había empezado a juntar con nosotros desde que confronté a Ross, parece que nos tomó confianza y se volvió parte del grupo. Solo faltaba Cindy, pero creo que una noticia así serviría para alivianar un poco las cosas.

—¿Ah sí? —Preguntó Angie. —¿y qué es lo que tienen que decir?

Pude notar como la mano de Luca empezaba a sudar bastante, por lo que lo miré para calmarlo un poco. Y antes de que él empezara a hablar tomé la delantera. —Luca y yo somos pareja.

Tomás y Angie se sorprendieron bastante, Farah no lo hizo por la razón de que ya estaba enterada de todo. Aunque la impresión era bastante, todos se alegraron bastante por nosotros. Incluso Angie, la cual apenas unas semanas sentía atracción por Luca, incluso ella denotó felicidad por nosotros. Algo me dice que ella sabía sobre los sentimientos de Luca por mí.

—Félix, tu y yo tenemos que hablar, ¡Necesito que me lo cuentes todo! —Me dijo Angie, claramente estaba feliz por los dos, y yo estaba aún más feliz de cómo se tomó las cosas. Creo que en estos momentos es cuando comprendes quienes son tus verdaderas amistades.

**

—Creo que ahora que lo saben me siento como si hubiera dejado una gran carga atrás. —Mencionó Luca, lo entendía perfectamente. —Digo, no escomo si tu fueras una carga, definitivamente no, yo...

—Se a lo que te refieres, y si, tienes razón. —Lo interrumpí. Las mariposas que sentía en esos momentos eran demasiadas, y poder ver que alguien hacia algo que jamás pensarías solo por ti, definitivamente era amor.

—Tengo algo para contarte, y no te podrás resistir a negarme esta invitación.

—¿Ah sí? —Levanté mi ceja derecha hacia él.

—¿Estás listo?

—Siempre lo estoy.

—Conseguí dos boletos para la feria del universo en el observatorio de la ciudad. —Eso de verdad me impactó, el universo era bastante importante para nosotros, desde pequeños deseábamos viajar a las estrellas, y la feria del universo era una oportunidad única para sentirte junto a ellas.

—¡¿Qué?! —Exclamé entusiasmado, era imposible no estarlo.

—Me acompañarás, ¿cierto? Creo que es el momento de que te despejes de todo lo que ha pasado.

—Me encanta cualquier idea que me propongas tú. —Mi corazón se aceleraba, de solo pensar que estaría en una de las ferias más importantes de toda la ciudad, era hermoso, y más cuando estaría junto a él.

Quedamos de vernos fuera del observatorio a las 7 de la noche, era un día despejado, en el cielo las estrellas se dejaban observar con un brillo esplendido. La gente se amontonaba en la entrada, una larga fila para comprar los boletos, yo esperaba junto a ellos a que llegara Luca. A los minutos pude verlo caminando hacia mí. Al llegar me tomó de la mano y me invitó a seguirlo. Nos salteamos toda la fila pues los boletos ya estaban comprados y entramos directamente.

Al entrar una proyección grandísima de estrellas se podía observar en el techo de la entrada. A los costados varias exposiciones de cada planeta del sistema solar con sus respectivas esculturas de aquel planeta.

—Genial, siempre quise sentir que soy más grande que Júpiter.—Mencionó Luca, eso me hizo reír.

—O que brillo más que el sol.

—Bueno, tú siempre brillas.

—Que cursi.

Nos encaminamos a un pasillo cubierto por una manta gigante que no dejaba que se viera absolutamente nada de lo que había hacia el otro lado. Levantamos la manta y una luz azul nos iluminó totalmente. Las estrellas proyectadas se veían tan reales, tan brillantes, hacían que todo aquel lugar se sintiera demasiado mágico. Luca me tomó de la mano y empezamos a caminar entre las estrellas. No había gente, solo nosotros dos, con la luz de un cielo artificial iluminándonos los rostros.

—Esto es más hermoso de lo que me imaginé. —Mencioné.

—Falta la mejor parte.

Al terminar de recorrer el pasillo, nos encontramos ante una gran sala con bastantes asientos situados en el suelo. El techo se abriría en unos minutos para dar un espectáculo con las estrellas que solo se mostraba para el público unas pocas veces en la ciudad. Me senté en aquel asiento junto con Luca a un lado, aun tomándonos de las manos. Había gente, sí, pero no medaba miedo tomarlo de la mano, esta noche era solo nuestra, no de los demás. Pasaban los minutos y aquel lugar se empezaba a llenar poco a poco, mientras nosotros no soltábamos nuestras manos.

Recargué mi cabeza en el hombro de Luca, cansado de esperar. Pasaron aproximadamente unos 15 minutos cuando las luces de todo el lugar se apagaron totalmente, incluyendo las de las calles de alrededor. Los celulares de todos se apagaron, y los asientos empezaron a hacer sus respaldos hacia atrás. El techo poco a poco se empezó a abrir, dejando ver un cielo como jamás se había visto antes. La ambientación era espectacular, el clima era frio, los sonidos eran tan espaciales que parecías estar tocando las estrellas. Luca me abrazó para quitarnos un poco el frio, y solo él me hacia sentir como si alcanzara las estrellas.

Él admiraba las estrellas y el universo, mientras yo lo admiraba a él. Sentía un amor incomparable, como jamás lo había sentido. Solo quería mirarlo, ver el universo reflejado en el infinito mar de sus ojos y decirle «Alcancemos las estrellas, juntos». Pero sabía perfectamente que el tiempo se acababa, y no podía hacer nada para detenerlo, pronto alcanzaré las estrellas por él.

Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora