Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)

Capitulo Veinticuatro

La semana avanzaba demasiado rápido, y en este punto me aterraba el tiempo. Cada día mi muerte se acercaba lentamente. Cuando más ganaba, más perdía. Al final comprendía que nada de lo que estaba viviendo tenía ya ningún sentido, igual terminaré muerto. Aun así, Luca y los demás hacían que el tiempo se sintiera valioso, aunque el final ya lo sabía.

En la escuela, Luca y yo decidimos apartarnos un poco de los demás, aunque ya sabían que éramos pareja, aun parecía darnos un poco de miedo la opinión de los demás.

—Hoy en la tarde los hermanos Cooper harán una fiesta grandísima frente a mi casa, y yo, bueno, me preguntaba si tu quisieras ir conmigo, no tengo nada que hacer hoy así que puedes acompañarme. Claro, solo si tú gustas de ir. —¿Una fiesta? Soy una persona tremendamente antisocial, aunque estaría Luca, eso me daba más seguridad.

—Iré, digo, no tengo otra cosa que hacer... Es broma, claramente iré porque estás tú. —Luca se sonrojó y me puso una sonrisa demasiado linda, no pude evitar tomarlo de la mano.

La tarde pasaba rápidamente, y yo me preparaba para las 7 dela noche, hora en la cuál estaría llegando a la fiesta. Estaba organizada por los hermanos Cooper, estos hermanos son famosos en la escuela por ser gemelos y demasiado unidos, hoy cumplirían 18 años, por lo que la fiesta sería a lo grande. De nuestro grupo de amigos solo invitaron a Luca, ya saben, por ser el más social. Luca me ha invitado a mí, y me encanta eso, antes de ser novios él iría solo y me abandonaría en una aburrida tarde de miércoles, pero ahora somos los dos, y abandonarme con esa oportunidad de frente no era una opción.

De camino a la fiesta empecé a contarle a Luca los sucesos con Ross. Los dos lo odiábamos, pero por alguna parte siempre había intentado entenderlo, por su parte para Luca era un hijo de la reverenda mierda por donde lo mirara.

—No entiendo como es que puedes sacar lo bueno de una persona. Ross es malo, lo ha demostrado siempre, sus actos de abuso, sus groseras palabras, parece que desquitarse con nosotros es su acto favorito.

—Luca, Ross también sufre.

—Y eso no le da derecho a hacernos sufrir a nosotros.

—No estoy diciendo eso, solo trato de ponerme de su lado.

—Solo no te metas en problemas por hablarle bonito.

—Bueno, jamás le hablo bonito. Aunque trato de entenderlo, siempre tendré un coraje tremendo contra él.

—Es un maldito homofóbico, aléjate de él, tal vez pronto termines muerto por su culpa. Yo no quiero que estés muerto. —Esa frase de verdad me sacudió el corazón. Era momento de contarle la verdad de todo, decirle lo que me estaba ocurriendo, contarle que pronto no estaré con él. Pero no, jamás se lo diría por más fuerte que sea la situación. Él no merece sufrir por mi sufrimiento.

—Luca, no me va a matar el hecho de intentar comprender a alguien más. Solo creo que la gente siempre tiene un lado bueno, así como tienen un lado malo.