Capitulo Dieciocho

1K 90 22
                                    

Los días parecían ser tan cortos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los días parecían ser tan cortos. Ya había comprendido que no estaba solo, no estaba nada solo. Estaban mis amigos, estaba mi familia, mi hermana, y por increíble que parezca, Robin no me dejaba solo jamás.

La mañana del 14 de agosto volvió a sentirse una mañana hermosa. El sol resplandecía y las aves cantaban hasta quedar sin voz. ¿Las aves puedes quedarse sin voz?

Solo había un problema, un pequeño grave problema. Me sentía tan resfriado. Fue pésima idea lo de ayer. Decidí quedarme en cama. Mi cuerpo cortado, la nariz con mocos, y mi tos decidieron hacerme una mala jugada hoy. Por fin un lindo día que puedo aprovechar y mi cuerpo decide decirme: No, hoy no.

Mamá y Farah no estaban, salieron temprano, dijeron que no tardaban, así que decidí esperarlas en casa. ¿Qué más podía hacer? El maldito resfriado hacía que cada que me levantara de la cama sintiera como si ya estuviera muerto antes de tiempo.

La casa estaba sola, así que decidí que Robin podía hacerme compañía. Robin aparecía cada que quería, solo tenia que pensar en su presencia. Era algo bastante creepy, era literalmente invocar a un muerto con la muerte. Pero el no era el tipo de fantasmas que te jalan las patas en la noche, si acaso él solo me jalaba las orejas cada que hacía algo estúpido.

Rodeado de una nube de humo gris, se apareció a un costado de mi cama. Su ropa extravagante y su pelo alborotado se hicieron lucir bastante con su aparición. Era como una diva del inframundo.

—Vaya, si no fuera hoy 14 de agosto, te diría que morirás por ese resfriado. —Me dijo, haciendo muecas de decepción y moviendo su dedo señalándome de arriba hacia abajo.

—No puedo creer que tenga que estar uno de mis últimos días en cama por un maldito resfriado.

—Tú te lo buscaste.

—Valió la pena.

—Pues eso espero, de verdad te ves terrible así.

—No te burles de mi aspecto en este momento, te juro que podría suicidarme ahora mismo.

Robin dejó de burlarse y guardó un profundo silencio. Su rostro denotaba tristeza.

—¿Dije algo malo? —Pregunté al instante al verlo de esa manera.

—No, no pasa absolutamente nada. ¿Cómo te haz sentido con tu muerte estos últimos días? —Dijo, cambiando repentinamente de tema.

—Bien, mal, extraño, no lo sé. Creo que por fin estoy decidido a vivir mis últimos días de la mejor manera. Luca está decidido a ayudarme a cumplir eso.

—¿Y Luca sabe ya?

—No quiero que lo sepa nadie. No quiero enfrentarme a ese tipo de preguntas que solo harán que te sientas mal por abandonarlos a todos.

—Créeme que hubiera dado todo por escuchar ese tipo de palabras una ultima vez. —El tono de voz de Robin era bastante serio.

—Robin...—Empecé, tenia una gran duda, era momento de responderla.—¿Cómo fue tu muerte? ¿Cómo enfrentaste la noticia de que morirías?

Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)Where stories live. Discover now