Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)

Capitulo Cuarenta Y Dos

Viernes por la mañana, casa de Luca, un nuevo despertar. Mirando hacia la pared de su recamara me di cuenta que había un gran espacio sin nada, pero estaba cubierto por una tabla grande repleta de lo que parecía ser una investigación demasiado profunda.

—Amor... ¿Qué es esto? —Pregunto mientras salgo de bañarme, a la vez que miro a Luca. Veo la gran tabla, esta repleta de hilos que conectan fotografías y hojas de periódico. La foto central es Alya. Las hojas de periódico van desde verano hasta otoño del año pasado. Hilos rojos conectan fotografías de varias personas que desconozco totalmente con noticias y fotografías de Alya. No entiendo nada, pero parece tener sentido.

—Parece desordenado y sin sentido, pero es lo mejor que pude hacer. Es Alya, solo intento descubrir como murió, o quien la mató... —Su tono de voz se nota triste por un segundo. Yo lo noto al instante. Pero todo esto de verdad me preocupa.

—¿De verdad crees que alguien... ya sabes... la mató? —Pregunto de la manera más delicada posible, es algo serio, y es preocupante.

—Jamás la encontraron. De pronto cierran investigaciones, y ahora las vuelven a abrir simplemente para declararla muerta. No se a ti, pero esto no me da buena espina. —Noto el dolor con el que dice cada palabra, y la saliva que traga con cada frase que termina.

—¿Y si encuentras algo que harás?

—¿Qué haré? Si encuentro al culpable lo haré pagar demasiado.—Apretó su puño. —Pagará con el infierno terrenal, el mismo que yo le crearé.

No dije nada más.

—Pero, en fin. —Me mira de nuevo. —Deberíamos irnos ya a la escuela, vamos retrasados. Además, debemos pasar por tu mochila. —Le sonreí mientras veía como cruzaba la puerta para bajar.

Yo me quedé mirando atentamente cada parte de la investigación. Luca parecía estar hablando en serio, tan enserio que pude sentir su rencor, su tristeza, pero también su miedo.

**

Tan solo 5 días para morir, y se sienten tan...extraños.

Pienso en todo y no creo que mi vida vaya a terminar, simplemente es tan impactante que ni siquiera puedes procesarlo. Pero hay un cambio, empiezo a sentirme tan satisfecho. Espero terminar así.

Caminé tomado de la mano de Luca por el pasillo de la escuela luego de anunciar nuestro regreso. Mi hermana casi llora de felicidad, pero también de asco, dice que somos muy cursis. ¿lo somos? Pues entonces me encanta serlo con él. Solo con él.

Mientras estábamos a punto de llegar a la cafetería, uno de los profesores detiene a Luca para entregarle una caja.

—Encontré esto en el almacén, tal parece que tu hermana se iba a ese lugar para investigar o algo así. En fin, encontré esta caja llena de trabajos y cosas de ella, pensé que querrías tenerlas a menos que quieras quelas tire. —Dice el profesor.