Hasta Que La Muerte Nos Una [Mensajeros De La Muerte I] (LGBT+)

Capitulo Doce

Los días pasaban volando, la semana se sentía corta a su lado. Con sus ojos mirándome a mi parecía que el mundo giraba a nuestro alrededor y nosotros no nos dábamos cuenta. Aun así, prometí no ilusionarme, aun es demasiado rápido para que algo entre los dos pasara. Él aún era hetero.

Durante la semana pude notar como era que Angie intentaba pasar el máximo de tiempo posible junto a Luca. Puedo considerar que estaba celoso. Tuve celos. Pero era tan extraño, porque de una o de otra forma se que ellos no terminaran juntos, entonces, ¿de dónde venían los celos?

Mientras los días pasaban tuve varias charlas con Robin, creo que se convirtió en mi psicólogo momentáneo. Él se la pasaba contándome sus experiencias en el otro mundo y como es que los vivos se conectan con los muertos. También hablaba de su trabajo como mensajero y el hecho de que el no escogió serlo.

Una de sus tantas anécdotas fue cuando se perdió en "la ciudad de la muerte". Tal parece que todas las almas viven en una ciudad, así es, nada de "Cielo", no, una gran ciudad en donde todas las almas conviven, canta y son felices. Morir de pronto no sonaba tan mal. La muerte era el rey de aquel lugar, y no era una mala persona, al contrario, era respetuosa y no tenia nada para temer de su existencia. Otra de las cosas que comentó fue que su primera muerte como mensajero fue para un niño de 13 años con cáncer. Robin y el se encariñaron demasiado. Robin jamás le dijo la verdad sobre su muerte. Robin no cumplió su trabajo, por lo que estuvo en peligro de perder su poder como mensajero. Robin es un misterio completo.

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Durante la semana, los insultos hacia Farah se hacían presentes. Fue el chisme del momento. Para Farah era doloroso. Aun así, todos estábamos con ella para ayudarla. Creo que al final comprendió que ella no erala culpable, que ella no merecía nada de lo que pasó.

Fue hoy, el viernes 5 de agosto cuando la situación de Farah dio un giro bastante fuerte.

La primera semana de agosto está terminando. Lo que parecía ser mi peor mes (y el ultimo) se estaba tornando bastante interesante.

Durante estos días, Ben había llamado por teléfono miles de veces, Farah jamás contestaba. Esta mañana ocurrió lo mismo, el teléfono empezó a sonar minutos antes de salir hacia la escuela. No había nadie alrededor, era el teléfono de la casa, así que contesté normalmente.

—¿Farah? —Preguntó la persona al otro lado del teléfono.

—¿Quién habla? — Pregunté yo.

—Habla Ben. — En ese momento empecé a sudar, no de los nervios, si no del coraje.

—¿Qué es lo que quieres?

—Quiero hablar con Farah. —Ese hijo de perra de verdad suplicaba hablar con ella.

—Creo que eso será imposible, estoy seguro de que ella no quiere hablar contigo, así que pierdes tu horrible tiempo de vida intentando hablar con ella.