𝒞𝒜𝒫𝐼𝒯𝒰𝐿𝒪 𝒳𝒳

1.4K 92 21
                                    

 Llegamos al Al Areen Palace & Spa by Accor de Bahrein vemos a Mattia en la puerta del hotel mientras sostiene una pequeña maleta. Es entonces cuando me doy cuenta de que tanto Charles como Carlos también llevan una maleta de cabina, por lo que empiezo a sentirme un poco idiota por el hecho de venir con una grande. «Ellos están acostumbrados a viajar, solo meten lo necesario», me recuerda una voz en mi cabeza.

—¡Hola, chicos! —nos saluda.

—Hola —saludamos los tres al unísono.

—¿Qué tal el vuelo?

A pesar de que hemos viajado los cuatro en el mismo avión, el ingeniero no se encontraba cerca de nosotros y al bajar, nos coches diferentes nos han recogido por lo que no hemos podido hablar con él hasta ahora.

—Cansado —respondo.

—Bueno, no te preocupes —el italiano me dedica una sonrisa—. Tú te vas a quedar en el hotel, los chicos y yo tenemos que ir al circuito.

—¿Qué? ¿Por qué? —pregunta Charles mientras frunce el ceño.

—La prensa se ha enterado de que todos estamos aquí así que han convocado una rueda de prensa. Me temo que vais a tener que asistir todos.

Ambos pilotos se quejan, pero terminan aceptando. Los miro unos segundos y siento lástima. Carlos y Charles están agotados por el viaje, e imagino que el resto de los pilotos también, pero para ellos la palabra descanso a penas existe en el diccionario una vez que comienza la temporada.

—Vamos —me apremia Charles.

Entramos a la recepción para que nos den las llaves de las Villas y antes de salir hacia la mía, escucho que me llaman:

—¿Qué pasa? —pregunto mientras me acerco a Mattia.

—Quiero advertirte de algo —se coloca las gafas.

—¿Sobre qué?

—El resto de las escuderías saben que estás aquí, por lo que no tengo ninguna duda de que van a ir a por ti.

—¿Cómo estás tan seguro de eso?

—Porque conozco de sobra a Toto Wolff, y en el momento en el que ha salido el nuevo traje de Ferrari a los medios, sé que se habrá puesto a investigar como tenerte en sus filas. Cuando decidimos buscar a alguien nuevo para que se ocupase de nuestra equipación él ya te tenía en el punto de mira, pero Ferrari fue más rápido.

No puedo evitar sorprenderme al escucharle. ¿Dos de las grandes escuderías pelearon por mí? No, eso no puede ser posible. ¿Por qué lo harían?

—¿Crees que Mercedes va a querer comprarme? —me atrevo a preguntar.

—Comprarte no, pero intentar ofrecerte algo mejor que nosotros sí —responde.

—Tengo un contrato firmado con Ferrari para toda la temporada, ¿por qué querría cambiar de escudería?

El ingeniero jefe deja escapar un suspiro y me mira con una pequeña sonrisa en el rostro.

—No sabes lo persuasivo que puede llegar a ser Toto Wolff cuando se lo propone. Va a intentar de todas las maneras posibles que a final de temporada abandones Ferrari y firmes con ellos.

—Creo que me estoy perdiendo —digo—. ¿Por qué al final de la temporada?

«¿Es que acaso Ferrari quiere contar conmigo para más de una temporada?», me pregunto.

—Layla, el trabajo que has hecho con los trajes de Charles y Carlos no ha pasado desapercibido para nadie. Sabíamos lo que podías hacer, pero no que fuese a estos niveles —dice—. Tu presentación en Módena ha hecho que las alarmas salten. En la ultima reunión de jefes de equipo pude escuchar como el resto de las escuderías preguntaban por tu contrato y se interesaban por ti.

𝐵𝑂𝑅𝑂𝐽𝑂Where stories live. Discover now