A Sky Full Of Stars | +18 | L1

Capítulo 27

Recuerdo el primer día de colegio, tenía unos nervios sobre lo que me deparaba ese nuevo día, esa nueva etapa. Cuando fui aceptada en la Universidad me emocione porque no me creía capaz de poder entrar pero lo logre, cuando logre ser aceptada en la academia de cocina de la chef que más admiraba. ¡Joder! Creo que nunca había sentido tal sensación de alegría y euforia porque lo logre.

Estaba en el comienzo de seguir mi sueño, mi meta. Recuerdo correr por toda mi casa mientras mi madre gritaba que no corriera porque podía tropezar. No me importo y salí corriendo hacia la casa de Isa que estaba sentada en la parte trasera leyendo cuando me vio.

Le salte encima mientras gritaba porque fui aceptada, recuerdo sentir sus labios por todo mi rostro mientras la euforia seguía en mí. Era tanta mi felicidad que ella se contagió mientras me sonreía sosteniéndome en sus brazos. El primer día de clase, no dormí porque me comía la cabeza sobre cómo me iría.

Es noche Isa durmió conmigo para que pudiera descansar bien. Aunque la cama de la residencia era pequeña nos acoplamos las dos. Ahora estoy viendo el techo de mi habitación pensando en mi cita con la ojiazul, en que deseo que todo salga bien y aunque ya se su respuesta eso no quita los nervios.

Despierto con el sonido de llamada de mi celular, eso quiere decir que es temprano porque mi alarma aun no suena. Extiendo el brazo para tomarlo de la mesita sin ver quién es. Lo acerco a mi oreja esperando que la otra persona hable pero no lo hace.

― ¿Hola? ―se escucha como viento al otro lado de la línea para que después escucharse el pitido de que me han colgado.

¿Qué carajo? Lo alejo para ver el número cuando entra otra llamada y aparece el rostro de Taylor. Contesto poniendo altavoz para levantarme de la cama porque no quiero que se me haga tarde. No entiendo porque me cuelga si me volverá a llamar.

― Desean hablar contigo ―dice sin siquiera decirme hola primero.

― Hola Marley, ¿Cómo estás? ¿Cómo sigues? ―escucho el sonido de como una silla se corre y pasos ― ¿Dónde estás?

― Vine al restaurante a comer con Bárbara ―tomo el celular para ver que son las nueve de la mañana.

― ¿Por qué llamas?

― Ya te dije, ella quiere hablar contigo.

― Y que se supone que quiere decirme.

― Pues ya sabes, aclarar lo del año pasado ―tomo el celular mientras camino al closet ― Además dijo que te grito una vez en el campus y ni siquiera la notaste.

― Pues tal vez iba atrasada alguna clase o al trabajo, que se yo. No tenemos nada de qué hablar, ya se habló a su tiempo y todo bien.

― ¿El lunes a qué hora entras a trabajar?

― Turno de la tarde para cierre, si estás pensando en hacerme una encerrona para quedar con ella no lo hagas.

― Solo quiere hablar contigo de algo, ni siquiera yo pude sacarle la información pero dice que te interesa ―suelto a reír ante semejante barbaridad que Barbará quiera decirme.

«Eso rimo»

― ¿Qué puede interesarme de ella? ―espero su respuesta pero solo silencio recibo ― El próximo viernes después de clases que me pase a recoger y hablamos.

― Le escribiré, que estoy fuera.

― ¿Por qué colgaste?

― ¿Ah? No he colgado, ahora si ya me despido. Mucha suerte en tu cita, y recuerda ―escucho la voz de Cruz al otro lado de la línea ― Usa protección que soy muy joven para ser tía.