Capítulo 34

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Todo pasa tan rápido como lo hace una cinta de un cortometraje cuando se está proyectando. Algo así fue todo lo que sucedió en la fiesta, tal vez después de todo no fue tan mala idea ir con Taylor. Cuando el auto se estaciona frente al edificio bajo tomando el estuche con el vestido y los tacones. Ajusto el gorro sobre mi cabello para evitar que se despeine con los fuertes aires.

― Muchas gracias por todo Cruz ―le sonrío cuando abre mi puerta.

― Estoy para servirle señorita.

Camino por el pasillo hacia mi departamento mientras sostengo el estuche con el vestido con una de mis manos y con la otra los tacones. Fue una noche de muchas sorpresas a decir verdad, y claro que nunca pensé que conocería a la madre de Anielle. Ahora entiendo porque su hija es hermosa, su madre es muy bella.

Claro que conocer a su padre es decir todo lo contrario, su actitud era muy arrogante y logre darme cuenta la forma en que miraba a algunas personas. Nate fue un dolor en el culo a decir verdad, pero me alegro pasar mi tiempo con él y los demás chicos. Al llegar frente a la puerta mi mano se queda suspendida en la manija.

«Vamos con todo.»

Abro la puerta y todas las luces están prendidas cuando veo salir a Isabella con un bolso y los ojos llorosos. Tiro los zapatos a cualquier lado dejando el vestido sobre la encimera acercándome a ella mientras se estrella contra mí para abrazarme mientras llora. Miles de alarmas se disparan en mi mente sobre todo lo que pudo pasar.

«¡Que carajo!»

― Isa ―la alejo tomando su rostro entre mis manos ― ¿Qué pasa?

Mi pregunta solo hace que más lagrimas ronden por sus mejillas, abre su boca pero solo para emitir un sollozo. La jalo a mi pecho para abrazarla sin entender qué diablos está pasando. Mi mente está volando con todas las posibilidades de lo que puede haber pasado para tenerla de esa forma.

― Es yaya.

Sentí como mi alma abandono mi cuerpo al procesar esas dos palabras. La abrace más fuerte mientras le pedía a Dios que no fuera nada grave y que estuviera bien. La sostuve en mis brazos dejándola desahogarse, sabía que teníamos que ir directo a casa pero era más de media noche.

― ¿Ella está bien?

― Esta internada ―sus palabras se escuchan amortiguadas debido a que no se aleja de mí ― Pero fue grave.

Todo estará bien me digo a mi misma. Tomo a Isa de la mano para llevarla a mi habitación y dejarla sentada en el sofá. Tomo un bolso para meter un poco de ropa y busco mi celular que murió en el transcurso de la noche. Así que lo meto al bolso sacando una sudadera con mi chaqueta.

Camino hacia mi escritorio buscando las llaves de mi auto, pero es como si se las hubieran llevado el duende. Me quedo un momento inmóvil dando respiraciones, porque no es momento para estar nerviosa y menos cuando me toca que conducir a casa. Cuando me tranquilizo veo hacia la mesita de noche y ahí están, así que las tomo.

― Volveremos a casa.

Me acerco a Isa para tomarla de la mano y llevarla fuera. Es como si se hubiera desconectado de todo, porque incluso tomada de la mano siento como su cuerpo tiembla. Salimos fuera del departamento mientras el ascensor se abre y entramos. Paso mi brazo por sus hombros para atraerla a mí, mientras lagrimas silenciosas ruedan por sus mejillas.

Bajamos directo al estacionamiento mientras la conduzco al auto. Abro la puerta trasera para tirar mi mochila con mi chaqueta y la sudadera. Tomo el bolso de Isa para ponerlo también ahí, abro la puerta del copiloto y subo a Isa. Tiene una mirada perdida y hace que me duela el corazón con solo verla así.

A Sky Full Of Stars | +18 | L1Where stories live. Discover now