Capítulo 31

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Despertar a causa de los rayos del sol que se filtraban por la ventana no fue algo muy lindo, pero la mañana era hermosa. Casey se había reunido anoche con su padre y solo me dijo que pasaría esa noche en su casa pero que podíamos vernos hoy en la noche.

Acostumbraba a dormir tarde los sábados pero gracias a la intensidad que se filtraba por la ventana eso no fue para nada posible. Iba a levantarme solo a cerrar las cortinas para volver a dormir pero una risa que reconocería en todo el mundo me descolo. Sabía que por algo había llamado, nunca pensé que se atreverían a venir de visita cuando dijeron que irían de viaje.

Me pongo mis tenis para abrir la puerta con cuidado y caminar con el mínimo silencio para no alertar a las personas que se encuentran al otro lado de la pared. Me quedo en la esquina escuchando como ríen de lo que sea que Isa les esté contando, siento como mi corazón late como loco porque ellos aceleraron la noticia.

Doy los pasos que me mantienen escondidas y la primera en notarme es mi madre que se levanta dejando la taza en la mesa para encontrarnos en el camino. Me envuelve en sus brazos y se siente tan bien, la abrazo devuelta poniendo mi cabeza en la base de su cabeza.

Según mi madre desde que di el estirón, como ella le dice, ahora soy mucho más grande que ella y de la misma altura que mi padre. La estatura la saque de él, pero la belleza e inteligencia eran heredados de ella, eso era algo que siempre le decía a sus amigas cuando estaba en casa para vacaciones y me presentaba por milésima vez a las mismas personas para enseñarles cuán grande estaba y cuan madura era para mi edad y centrada en mis estudios.

Me alejo de ella para ver sus ojos y noto el mismo brillo de orgullo que siempre tiene cuando me mira. Mi padre es el siguiente en envolverme en sus brazos mientras mi madre suspira. Me alejo de él y viendo el mismo color de ojos que los míos, aunque los míos son más claros que los de él.

― ¿Cómo está mi rayo de sol? ―sonrió ante su apodo porque después de lo que les diré dudo que vuelva a ser eso.

― Sorprendida, no esperaba verlos a los dos hoy, pensé que estarían de viaje ―miro con acusación a mi madre que solo levanta los hombros para tomar de nuevo asiente en la mesa.

― Queríamos pasar a ver a nuestra bebé, ¿Acaso no puedo extrañar a mi hija? ―sonrío con ternura y me acerco a dejar un beso en su frente para tomar a siento al lado de ella.

― ¿Cómo va todo? ―medito la pregunta de mi padre, todo va bien para mí.

«Mejor que bien, diría»

― Todo está muy bien, voy bien en el trabajo ―noto la mueca de mi padre ― Todo bien en mis clases de cocina, con decirles que...

― ¿Cómo te va en la Universidad? ―me interrumpe mi madre porque no le gusta escuchar que estudio para chef.

Isabella se levanta viéndome con una sonrisa tensa mientras se dirige a la cocina dejándome a solas con ellos. Bueno ni tan a solas, porque desde la cocina puede escuchar todo pero aun así agradezco la poca privacidad. Siento como mis manos empiezan a sudar e incluso se ponen frías mientras pienso en qué carajo decirles.

― Pienso dejar la Universidad ―entonces todo se queda en completo silencio ¡Por fin lo dije!

Ladeo un poco mi rostro para ver a mi madre que se ha quedado como un maniquí sin moverse, aunque puedo ver como la vena de su frente late signo de que esta por enojarse así que me mejor veo a mi padre que solo me mira como si me estuviera analizando, con la misma mirada que pone cuando habla con sus empleados.

― ¿Dirán algo?

― Si es lo...

― ¡No! ―corta lo que sea que mi padre iba a decir y doy un pequeño salto ante su rotundo "No".

A Sky Full Of Stars | +18 | L1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora