A Sky Full Of Stars | +18 | L1

EXTRA II

POV Anielle

Tomo la pequeña flor que el aire volo hacia dentro del auto al salir de la villa. Se mira tan pequeña y a la vez tan delicada que con el simple roce notas la suavidad de cada pétalo, pero lo que no te advierte son de las pequeñas espinas que adornan todo el tallo. Tan diminutas que pasan desapercibidas entre las hojas de ella. Sería tan fácil oprimirla entre mis dedos notando un leve dolor, pero es tan bella que tan solo la dejo en el asiento a mi lado hasta que tal vez se marchite y se haga polvo.

Mantengo mi atención en la ventana donde es imposible lograr enfocarme en algo por la velocidad en la que nos movemos. Al entrar al pueblo es donde nos detenemos para ver que la mayoría de personas salen de sus casas para las fiestas que se festejan en todo el lugar. Arreglo el cuello de mi camisa al sentir una leve picazón en la parte trasera.

Reviso una vez más el celular para corroborar donde se encuentran todos y donde se encuentra ella en este momento. De todos los malditos lugares tendría que haber llegado precisamente a ese. El auto se abre paso entre el rio de personas que se dirige hacia los muelles donde muchas de las personas locales harán sus fiestas privadas al negársele el acceso a la única villa cerca de los muelles. El ruido de los fuegos artificiales no se ha detenido en ningún momento.

― Miss Black, Questo è il meglio che possiamo fare.  ―veo por el retrovisor a Carlo que no deja de buscar rutas alternas.

― Aspetta la mia chiamata. 

Al salir del auto me adentro en la calle que me lleva directo a la villa. Un pequeño callejón que es la que las une está en completa oscuridad iluminada tan solo por un pequeño farol. En la entrada veo a Benet que tan solo asiente entregándome un sobre. Estando ya al resguardo de la villa que tiene más pinta de casa, siento a Lorenzo a mi lado con mi chaqueta, le entrego el sobre y sigo mi camino.

Al llegar a las gradas bajo distinguiendo a que habitación debo de ir. La gente se hace a un lado y odio un poco que haya más gente de lo normal en un lugar como este. Pero eso no quita que las personas parecen casi idas ante la música del lugar junto con los malditos tragos mágicos que comparten todos. Siento miradas sobre mí que ni siquiera me importan en este momento.

― Señorita Black ―vocaliza a un metro de distancia una morena.

Veo la intención en sus gestos como si esperara que con tan solo el tono de su voz hiciera lo que ella desea. Recorre mi cuerpo lamiéndose el labio de una manera de provocación recordando algo. Levanta su mano poniéndola justo en el lugar donde cuelga eso que he atesorado durante unos meses. Una sonrisa me obsequia batiendo sus pestañas, lo que me hace regalarle una sonrisa falsa, que incluso es hasta mucho lo que doy.

― Marie ―pongo mi mano sobre la suya alejándola de mí con un poco de brusquedad odiando que me toque.

― Uh, mal humor por lo visto―refuta entendiendo el mensaje.

La ignoro caminando hacia la habitación que esta resguardada por seguridad haciéndose a un lado cuando me ven. Al entrar busco alguien que no debería de estar aquí. En una esquina en un sofá en forma de L se encuentra Tania Villareal con una mujer a cada lado susurrándole cosas en el odio, e incluso es algo tétrico a mí parecer la escena que se montan.

Camino sentándome en el otro sofá llamando la atención de varias mujeres que tienen la intención de acercarse, pero tan solo una mirada de advertencia es suficiente para hacerlas quedarse en su lugar. Una mesera se acerca con un vaso de whisky y una botella que deja en la mesa. Veo como sirve el líquido ambar acercándolo a mis manos para retirarse.

― ¿Qué te trae aquí?

Doy un pequeño trago sintiendo el sabor familiar esperando que la idiota deje de meterle los dedos en el coño a la morena de su izquierda. Me mira con un deseo en sus ojos escuchando los gemidos de la chica que no hacen nada. Por el rabillo veo a Lorenzo con la vista al frente ignorando lo que pasa y acostumbrado a las escenas de Tania.