Capítulo 28

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Siento movimiento en mi cama mientras trato de volver a dormir, nunca he deseado tanto pasar todo el día dormida. Aunque la pereza me gane sé que tendré que levantarme. Anticipo su toque antes de que llegue, siento el dorso de sus dedos en mi frente mientras hace a un lado mi cabello que se ha pegado.

― ¿Cómo te sientes? ―abro la boca para hablar pero ningún sonido sale y siento una punzada en mi sien que me hace querer dormir de nuevo ― Voy a llamar al Doctor.

Niego porque odio los Doctores, creo que no me agrada mucho ir a un hospital. Las veces que he ido son porque en serio lo necesito. Entre abro mis ojos para verla y noto como esta con su ceño fruncido evidencia de su preocupación. Cierro mis ojos mientras trato de mandarle un orden a mi cerebro para contestar.

― Estaré bien ―mi voz sale más ronca de lo normal.

― Tienes fiebre Marley, no estás bien.

― Un poco de sueño y una pastilla me hará sentir mejor ―ajusto las cobijas a mí alrededor para mantenerme caliente.

― Sabes que siempre tienes que abrigarte por las madrugadas porque el sereno te hace daño ―asiento porque enserio hare caso.

«No lo harás» Calló la voz de mi cabeza mientras siento como se mueve hasta acostarse frente a mí. Siento sus dedos en mi frente, el toque es suave y se siente bien. Lo frio de sus dedos se siente refrescante con lo caliente de mi piel, siempre me imagine que cuando estuviéramos en mi cama tendría otro calor diferente.

― ¡Ay Dios! ―suelto un suspiro con una pequeña risa algo descarada como mi madre diría.

«Estando enferma es cuando pienso más idioteces.»

― ¿Y eso porque fue?

― Nada.

― Ujum.

Abro mis ojos para verla y suelto una risa porque ni yo me creo que este aquí conmigo. Una semana ha pasado desde que acepto ser mi novia. Al despertar a la mañana siguiente tuve la mejor vista de todas, siempre me gusto la vista de aquí, pero lo que más llamó mi atención era ella.

Tenía las mejillas algo ruborizadas, sus labios estaban algo entre abiertos y soltaba unos pequeños sonidos que me hicieron que mi mente volara muy alto tratando de descubrir que soñaba. Yo era alguien que hacia volar mi imaginación con pequeñas cosas, así que fue difícil aterrizar esa mañana al verla despierta

― ¿Entonces?

― ¿Entonces qué?

― ¿Qué estabas pensando que hizo que soltaras un suspiro y una risa?

― Te diré si tú me dices que soñabas la mañana siguiente de nuestra cita.

Me empuja pero al escuchar mi quejido me atrae a sus brazos mientras me abraza, yo suelto a reír pero como siempre, me quedo a mitad de la acción cuando siento como el aire me falta así que mando a volar las cobijas mientras me siento de repente para llenar mis pulmones de aire.

― ¡Mierda!

Vuelvo a tomar mis cobijas para taparme mientras siento como ella se sienta a mi lado mientras todo da vueltas. Tal vez no tenga solo fiebre, puede que me dé un resfriado y odio enfermarme porque tengo las defensas de un bebé, para estas épocas del año es cuando más me enfermo por el clima frio, aunque prefiero este clima que el calor.

― Durmamos.

Medio asiento mientras me acuesto de lado copiando la acción de ella, abre sus brazos y me acerco a ellos. Es como si la felicidad aun desbordara de mí desde que escuche el "Sí" salir de su boca. Cada día desde esa noche es como si estuviéramos en construcción de algo.

A Sky Full Of Stars | +18 | L1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora