Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CÁPITULO 4

-Oye, disculpa que te haya insultado antes de dormirme, ni siquiera me había dado cuenta que eras tu y...

-Tranquila, estabas en todo tu derecho –el ríe y me entrega la gorra dejándola encima del tablero frente a mí, cierra la puerta y rodea el coche subiéndose de piloto.

Encima tenía una gorra firmada por él, seguramente pensaba que era una fan hormonal que ahora mismo estaba colapsando internamente por estar en su auto, con la entrepierna mojada. De solo pensarlo sentí el calor subirme a la cara, así que voltee la mirada por la ventana.

-¿Vas a ir con cuidado? –cuestiono volteando a verlo en cuanto comienza a conducir.

Él ríe y no puedo evitar sonreír también, su risa era demasiado contagiosa y graciosa.

-No ando así como me viste, pero me pidieron que probara el coche y debía de hacerlo. Además estas rutas son perfectas para esto. No te preocupes, no voy a matarte ni tampoco te llevaré como rayo. No quiero que ahora sufras de infarto.

Ahora era yo la que reía pero el también se me une. Debía de admitir que el coche se sentía extremadamente cómodo, tenía un andar increíble a pesar de que no sabía mucho de coches.

-¿Eres de aquí? Siento que algún día te vi –cuestiona, viéndome por pocos segundos.

Me quedo helada y es que hasta ahora había recordado todo.

La noche del casino.

El collar.

Dios, ni siquiera lo traía conmigo. Era tan idiota. Estaba en un auto con Leclerc y no tenía el maldito collar, era literalmente mi oportunidad.

-Soy de Mónaco –digo volteando a verlo, es que tenía un perfil hermoso. Levanta las cejas con sorpresa y una sonrisa se expande en su rostro.

-No me digas, que coincidencia.

-Y vine aquí por el evento de Ferrari, contrataron a mi tío como ingeniero mecánico.

-Así que probablemente nos veremos esta noche.

Efectivamente él también asistiría y efectivamente esa sería mi oportunidad de devolverle su pertenencia.

-Exactamente, bueno, al menos yo iré y tu también. Por cierto me llamo Ivy, Ivy Laurent.

-¿Eres hija de Joyce Laurent? –volteo a verlo sorprendida, negando.

-Es mi tío. Su hija es Magdalenta...

-Oh, sí, lo sé. Pensé que podría tener otra hija. Conozco a Magdalena, es una hermosa mujer.

Me quedo en silencio, carraspeando mi garganta. Así que mi prima tenía razón con que eran cercanos.

-Hicimos una colaboración para apm Mónaco, ahí la conocí. Aunque ella me había conocido desde antes y yo no lo sabía hasta que conversamos de ello.

-¿Desde antes?

Y justo en ese momento, suena mi celular. Lo saco de mi cartera rápido y veo a mi tio. Rápido atiendo.

-Dios mío, Ivy, ¿Dónde estás? Me tenías preocupado. Debes de regresar pronto para empezar a arreglarlos. –sonaba algo molesto pero sabía que entendería en cuanto se lo contara todo.

-Lo siento tío, ya estoy de camino al hotel. Prometo contarte todo en cuanto llegue.

-¿Dónde estas?

Miro a Charles a mi lado, quien veía hacia el frente atentamente y sus manos se movían en el volante de vez en cuando. Se veía sexy. Voltea a verme y rápidamente volteo al frente. Qué pena.