CÁPITULO 7

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Las últimas cuatro semanas me la había pasado estudiando en mi cuarto y es que veía la luz del día de casualidad. Gina me obligaba a salir a dar una vuelta, según ella me iba a quedar loca de tanto estudiar. Iba a ver a mi nonna, hablábamos y me despejaba, me hacía bien, al igual que Gina.

-Ivy, te irá bien, te comiste los libros casi. –Gina se sienta en unos de los bancos del patio y yo me siento frente a ella, apoyando mis libros encima de la mesa, abriendo por vez número dos mil el resumen.

Era mi penúltimo examen, si lo aprobaba hoy, solamente me faltaba una materia para finalmente recibirme de ingeniera mecánica y es que aún no podía creerlo, cuán rápido había pasado el tiempo, todos estos años. El frio en Mónaco había bajado la intensidad, con un suéter estaba bien pero tenía tantos nervios que justo ahora estaba sudando.

-Dios mío mujer, te ira bien, confía en todo lo que sabes.

-Es un examen oral, Gina, es difícil y no sé, tengo miedo de no saber hablar, de trabarme y...

-Hola.

Me quedo en completo silencio, pasando saliva por mí garganta volteando mi cuerpo poco a poco hasta ver quien era la persona que estaba detrás de mí. Gina solo sonreía como una imbécil. Presentía que tenía algo que ver en todo esto.

Entreabro los labios sin saber que decir exactamente, hace casi un mes no veía a Charles y ahora estaba en mi universidad, de pie, bastante bien cubierto como para pasar desapercibido.

-Tienes examen.

-Charles, ¿Qué haces aquí? –digo sin entender nada, volteando a ver a Gina quien bebía de su batido distraídamente y veía su celular.

-Me enteré que tenías un examen importante, así que quise venir a dar apoyo moral. –se sienta a mi lado en la banca y finalmente se acerca a mi saludándome con un beso en cada mejilla.

Fallecí. Era la primera vez que hacia eso. Mierda.

-Te irá bien, Ivy, confiamos en ti. –me dijo Charles y sus palabras sonaban diferentes en mí.

Cuando quise darme cuenta, solo faltaban diez minutos y mis nervios se intensificaron. Me levanté de allí y luego de recibir un montón de comentarios de buena suerte por parte de ambos, caminé hacia el salón que me correspondía, esperando mi turno y si eso no era el mismo infierno, estaba cerca. Miré por la ventana, allí estaban ellos.

Allí estaba él.

Escuché mi nombre y me di 

la vuelta rápido, entrando al salón y tomando asiente frente a la catedra, apenas y me acordaba de mi nombre.

-Ocho preguntas, si responde bien todas, podrá retirarse y esperar la calificación afuera.

Asentí. Luego de algunos trámites administrativos, las preguntas comenzaron. Debo de admitir que me quedé en blanco cuando llegó la primera. Sentía que no sabía nada. Una definición viene a mi cabeza y empiezo a hablar.

"confiamos en ti"

Las palabras salían de mi boca sin parar, ni siquiera me había dado cuenta el momento donde había tomado una hoja y había empezado a dibujar, a explicar, a señalar. Me levanto de la silla y salgo al pasillo. Me apoyo contra la pared y me dejo caer hasta el piso, sentía una presión en mi cuerpo y en mis hombros que poco a poco disminuía y por alguna razón quería llorar. Había estado cuarenta minutos allí adentro y ni siquiera me había dado cuenta. Mi visión era borrosa. Suelto un suspiro que ni yo sabía que estaba reteniendo y rápidamente me levanto en cuanto mi nombre se hace presente.

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Where stories live. Discover now