CÁPITULO 29

1.6K 106 15
                                    


Observo a Gina sonriendo, mientras ella miraba encantada por la ventana de mi habitación. Finalmente estábamos en mi apartamento, bueno, de Lia, pero por ahora era como si fuera mío.

-Me encanta esto, si vas a criar a tu hijo aquí sería hermoso, además sería un italiano como yo.

Hago una mueca, empezando a ordenar la ropa de la maleta, nuevamente dentro del armario.

-De hecho, quiero que nazca en Mónaco –digo observando a Gina- Tal vez algunas semanas antes me iré a Mónaco para asegurarme de preparar todo allá, aunque no se cómo hacerlo, tampoco puedo irme y dejar a mi abuela.

-Entiendo, aún falta bastante tiempo, quizás se pueda solucionar algo. Quizás tu mamá en algun momento puede hacer algo por tu abuela y trasladarla a Mónaco otra vez.

-No sé nada de mi mamá –digo agarrando el bolso de Ferrari, quitando la pequeña camiseta roja, sonriendo al instante. Era literalmente lo primero que tenía para mi bebé.

-Pero tu abuela te dijo todo eso, es como si estuviera cerca, ¿qué harías si ella viene?

-No tengo idea, salir corriendo y huir –suelto una risa, aunque siendo sincera no tenía idea de qué haría al respecto.

-Escucharla y entenderla, perdonar –dijo Gina- No lo digo yo, tu nonna también lo dijo.

Doblo la pequeña camiseta, guardándola en un pequeño mueble que estaba en la casa cuando llegué, luego de limpiarla y arreglarla un poco, me había dado cuenta que era muy hermosa y me venía perfecto para guardar poco a poco cosas para mi bebé.

-Ivy, ¿eres consciente de que estás a solo una materia de ser ingeniera mecánica?

Me volteo hacia ella, asintiendo. Aunque realmente no era tan consciente, la idea de que iba a tener un bebé cambiaba muchas cosas, tenía ganas de recibirme y de conseguir un trabajo que me diera una buena estabilidad económica. Sabía que de mi profesión pagaban muy bien, también sabía que no era tan sencillo conseguir trabajo de eso, pero Gina tenía razón.

-Sé que quizás no tienes ganas de hablar sobre fórmula 1, pero realmente tienes contactos para encontrar un increíble trabajo de ingeniera dentro de alguna escudería, pagan demasiado bien en eso, tu sabes más que yo de esto.

-Lo sé, en serio sé que tienes razón. Me siento estancada, me siento bastante perdida.

-Te quedaste en el día en que todo se arruinó con Charles. La vida siguió Ivy y si realmente el futuro son ustedes juntos de alguna forma se encontrarán, confía en eso. –se acercó a mí, dándome un fuerte abrazo el cual yo devolví- vas a ser mamá, ¿te das cuenta la magnitud de eso? Ya no pienses tanto en Charles, tienes una pequeña vida contigo, te tienes a ti y eres joven, no te marchites.

. . .

Seguiría amando a Charles por siempre, no tenía idea de qué era lo que él pensaba respecto a mí, no sabía si me seguía queriendo o ya no, pero Gina tenía razón.

Al día siguiente con mi amiga fuimos al doctor, sacamos una cita para realizarme mi primer control de embarazo, ella me acompañaba a todas partes, fuimos a la playa, cenamos cerca del mar y paseamos por toda La Spezia. Ella sanaba todo en mí y no me hacía sentir sola. Dejó de ir al gran premio de Miami por mí, aunque le rogué que fuera, que no debía de quedarse por mí, pero claramente, tan terca como siempre y finalmente se salió con la suya.

Así que me acompañó a mi cita, tomó mi mano cuando vimos por la pantalla, no se notaba mucho allí pero el doctor que me atendía me decía que estaba muy bien, solo que no debía de angustiarme demasiado, estar tranquila y tampoco hacer demasiados esfuerzos.

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Where stories live. Discover now