Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CÁPITULO 13

Era miércoles a la tarde. Luego de haber estado un buen rato con la nonna, había ido a verme con Gina a un café, disfrutar de mi propio dinero que había hecho con los eventos hasta ese momento, la verdad era que me habían pagado bien.

-Dios mío, en serio luego me dices que ese chico no siente nada por ti –mi amiga estaba emocionada por mí, no paraba de decirme que claramente yo también le gustaba.

-Todo pudo ser cosa del momento, no lo he visto estos días. No he sabido nada de él.

-Ustedes funcionan de puras casualidades Ivy.

Suelto una risa tomando de mi licuado, era cierto, a esta altura ya estaba segura que viajaría a Jeddah. Hasta ayer me había dado cuenta de que el calendario de eventos tenía sentido . Pascale dejaba libre siempre que habían carreras, la entendía, era su hijo y probablemente ella lo seguía de cerca aunque no iba físicamente.

-Igual sigo pensando en que debo dejar todo esto de lado, después de todo quizás solo fue un beso y ya, no puedo ilusionarme.

Suelto un suspiro mirando hacia la ventana a mi lado, estaba atardeciendo y habían unos colores sumamente hermosos en el cielo.

-No está mal que te permitas sentir.

-Lo sé, pero es Charles Leclerc, mi prima está enamorada de él u obsesionada, no lo sé, pero sé que jamás me dejara en paz si se llega a enterar de todo esto. Tenemos tanto en contra.

-Que se vaya a la mierda, no tiene por qué enterarse si ustedes no quieren.

Sabía que en eso tenía razón, pero de todas formas tenía miedo. Ni siquiera nos veíamos relativamente seguido, ni siquiera tenía su contacto aunque pareciera tan tonto y básico. Siempre algo sucedía.

Finalmente cuando cayó la noche, decidimos que era hora de retirarnos. Ella tenía que ir al casino por algunos asuntos y yo regresaría a casa.

Mis pies caminaban sin mucho rumbo o quizás sí pero no quería admitírmelo a mí misma. Estaba caminando por el puerto. Habían yates allí y no podía evitar recordar lo que había pasado hace unos días por aquel lugar. Estaba sonriendo otra vez con un recuerdo.

Habían personas en sus respectivos barcos, algunas cenando, otras simplemente limpiando o arreglando.

Me di cuenta que reconocía el yate de Charles a la perfección, porque me detuve frente a él. Habían luces allí entonces suponía que él estaba o quizás alguien que se encargaba del mantenimiento.

Mi corazón empezó a golpear con fuerza en cuanto veo aquella silueta que podía reconocer en cualquier lugar. Levanto mi mano en cuanto voltea hacia mi y al instante emprende camino hacia donde yo estaba, pasando por el pequeño puente hasta pararse frente a mi cuerpo.

-Hola –digo sonriendo levemente.

-Qué agradable sorpresa.

-Justo pasaba por aquí, casualidad.

-Ven. –dice dándose la vuelta y luego de meditarlo unos escasos dos segundos, lo sigo.

-¿Estás solo? –pregunto viendo a mi alrededor, hoy se escuchaba un poco el sonido del agua, estaba mas silencioso que el otro día.

-Lo estoy, ¿te da miedo?

Suelto una risa al escucharlo, aunque no era muy lejano a la realidad pero era miedo de mi misma, de mis deseos y sentimientos.

-No, no me da miedo.

-¿Algún día navegaste de noche?

-No, nunca.