CÁPITULO 36

1.9K 128 4
                                    


El fuego estaba apagado pero igualmente no podían sacarlo del coche, estaba presionado contra el muro.

-Maldita sea, ¿pueden mover el coche rápido? –dijo uno de los trabajadores de allí que estaba guiando a los otros trabajadores que estaban tratando de que quedara espacio para poder sacar a Charles.

Estaba desesperada, no podía parar de llorar, mi pecho dolía tanto y justo ahora pensaba en mi hija, en que no pudo conocerla, en que ella tampoco podría hacerlo si algo le pasaba.

-Por favor, Charles –susurré, llevando una de mis manos a mi rostro, sintiendo a mi madre abrazarme.

-¡Médicos pueden acercarse! –Dijo alguien.- ¿Charles, estás escuchando? Está inconsciente, por favor podemos actuar rápido.

Hundí mi rostro en el pecho de mi madre negando, llorando como si fuera una niña sin consuelo y es que en realidad no lo tenía, de ninguna forma. Nunca podría tenerlo.

Volteo mi rostro observando como lo sacaban de allí con algo de dificultad.

-Con cuidado, por favor, no sabemos qué le sucedió o si tiene traumatismo –dijo el doctor, aprontándose para cuando finalmente estuviera sobre la camilla en el piso.

Mi corazón se rompía, mi alma lo hacía al verlo sin movimiento, al ver que no respondía y que sus ojos se mantenían cerrados dentro del caso. Se lo quitaron de forma lenta y cuidadosa, al igual que comenzaron a desabrochar el uniforme revisando rápidamente si todo estaba bien físicamente.

Me quito de los brazos de mi madre, rápidamente acercándome allí y arrodillándome a su lado contra el piso.

-Señorita, por favor debemos de llevarlo, déjenos hacer nuestro trabajo. –dijo el doctor intentando quitarme de allí, pero igual no lo hice

-Charles por favor –dije apoyando mi mano sobre su mejilla, no podía parar de llorar- Por favor vuelve, tienes a alguien esperando por ti.

Me sentía ahogada en llanto, finalmente me retiro de allí por unos brazos que me jalaban, hacia atrás.

-Iremos al hospital con él, tranquila hija. Estará bien –dijo mi papá, apartándome de allí.

Quizás estaría bien pero que pasaba si no lo estaba al final, ¿qué pasaba si no volvía a despertar? No me lo perdonaría jamás.

. . .

-No le dije nada –susurré contra mi mamá, sentada en una de las sillas de la sala de espera de una clínica en Bahrain.

-Cálmate cariño, estará bien, podrás decirle todo, ¿bien? –dijo mi mamá por décima vez desde que estábamos esperando.

Había personal de Ferrari, le habían avisado a su familia quienes ya estaban de viaje, no podía imaginarme la angustia que sentía Pascale de no saber nada de su hijo. Habían reporteros afuera esperando por información, habían cámaras a la salida y algunos guardias para que no pudieran entrar.

-Bueno, ya hay novedades de Charles –dijo un doctor apareciendo por el pasillo, con una hoja en mano- pido calma por favor, diré todo lo que sucedió al respecto.

Mi atención fue hacia el doctor y los segundos se hacían lentos mientras no decía nada y solo leía allí.

-Está bien, fuera de peligro. Suponemos que con la lluvia y el accidente, hubo una reacción toxica en el coche lo cual hizo que al inhalarlo, perdiera el conocimiento al momento del choque. Pero no afectó en su salud, él no tiene ningún traumatismo, de hecho físicamente está en perfecto estado.

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Where stories live. Discover now