Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CÁPITULO 11

Charles se paró encima del carro elevando sus brazos, todo el mundo le festejaba y es que con razón. Todos nos acercamos a él, éramos muchísimos pero el repartía abrazos a quien pudiera. Estaba a unos cuantos metros de él, quizás ahora no podría saludarlo pero lo haría en algún momento.

El circuito se preparaba para la entrega de premios, me puse entre la gente, veía a mi tía y a mi prima del otro lado, también mi tío. Pero justo ahora estaba muy bien sola.

Me doy la vuelta en cuanto siento unas manos y me tiro encima de mi mejor amiga chillando. Pierre había quedado en un increíble segundo puesto. No había visto a Isabel todavía, pero también quería saludarla. Carlos había salido cuarto.

-Estamos de suerte hoy –dice llena de felicidad y quedamos abrazadas mientras vemos hacia arriba del aquel tipo escenario. Charles finalmente se pone de pie sobre su puesto, tenía una sonrisa gigantesca. Sus ojos se paseaban entre la gente y cuando conectamos miradas, por alguna razón ya no buscaba tanto entre la gente y solía mirar directamente a mí. No quería ilusionarme con eso, no quería pensarlo demasiado.

El himno de Mónaco empezó a sonar, se notaba en su cara lo orgulloso que estaba. ¿Quién no?

Finalmente el premio está en sus manos y todos aplauden, gritan, festejan. Incluyéndome, aplaudí hasta que me ardieron las manos. Ahora parecía una lluvia de champagne, Pierre se encargaba de descargarle toda la botella encima, entre los tres del podio lo hacían mutuamente. Lo último fue tomar de esa botella, qué afortunada la maldita.

-Seguro está en boxes arreglándose un poco, era más champagne que persona –reímos con Gina mientras caminábamos entre la gente dirigiéndonos al box de Charles, queríamos felicitarlo, luego iríamos a felicitar a Pierre. Me detengo frente al box. Él estaba de espaldas y mi prima frente a él, ella me vio por sobre el hombro de él, apoyó una mano en su nuca y lo besó, sin más.

-Maldita zorra. Vamos. –Gina me agarra del brazo arrastrándome de allí, yo apenas podía caminar. Me sentía aturdida, dolida. Me dolía el pecho y quería llorar.

No sabía al final por qué me afectaba tanto o quizás sí, pero no quería aceptarlo. Gina tenía razón y yo también, no debí permitir que sucediera algo más de mi parte. Siempre quedaba como una estúpida.

-Gasly. –dijo mi amiga, abrazando al chico con todas sus fuerzas. Me mantuve algo alejada, era su momento. Aunque mi cabeza y todo de mí se había quedado en unos boxes atrás.

-Felicidades Pierre –digo dándole un corto abrazo también.

-Pero no llores, al fin te conozco. Gina me había hablado muchísimo de ti, también Charles.

Rápidamente me seco las mejillas y es que ni siquiera sabía en qué momento había empezado a llorar.

-Te dije que era emocional, es hermosa –dice Gina sonriéndole al chico.- mejor iremos a esperar al paddock, ella se unirá a la fiesta Alpine.

Sin esperar mucho, salimos de allí. Ya era de noche, estaba lleno de luces por todas partes y mi mirada se eleva en cuanto aparecen un montón de fuegos artificiales alrededor del circuito.

-Dios, Ivy, ni siquiera él la besó a ella. La estúpida de Magdalena lo agarró de sorpresa estoy segura.

-Gina, mejor no hablemos de eso. Intentemos festejar con Alpine. Ni siquiera tengo que ponerme así, es demasiado tonto de mi parte.

-No es tonto cuando tienes sentimientos, Ivy.

Decido quedarme en silencio al respecto, entrando finalmente al paddock de Alpine, aunque siendo sincera quería irme al hotel, meterme a la cama y dormir. Volver a Mónaco e intentar olvidar todo lo que había pasado últimamente, incluidos los sentimientos que se aparecían en mi.