CÁPITULO 19

2.2K 143 5
                                    


Me doy la vuelta caminando hacia el portón de mi casa, saliendo del mismo y caminando hacia el auto de Charles, apoyándome en el mismo mientras esperaba a que el volviera. En cuanto lo hace, me meto en el copiloto y no duda nada en arrancar, alejándonos de allí hasta que decide romper el silencio.

-¿De qué fotos hablabas?

-Hace años me tomaron fotos desnudas y yo ni siquiera recuerdo como pasó, supongo que alguien se encargó de dormirme o algo así. Esas fotos las tenía Magdalena y lo ha usado para chantajearme diciendo que las subirá a internet –suelto un suspiro apoyándome contra el vidrio, con la mirada al frente- Anoche Gina trajo a alguien en la madrugada y saqué la computadora, celular y Tablet de Magdalena así que le pagamos a esa persona para que pudiera entrar y eliminar todo rastro de esas fotos.

-¿Cómo pueden hacer algo así? –su mano se estiró y agarró la mía, por un momento la dejé ahí disfrutando del tacto pero la retiré.

-Charles por favor, no hagas de cuenta como si no me hubieras dicho que lo mejor era alejarnos.

Escuché un suspiro de su parte y luego un silencio algo incómodo.

-¿Cuándo te vas a Australia? –cuestiono volteando a verlo mientras conducía.

-Mañana, necesitamos acostumbrarnos al cambio de horario de allá, ¿Cuándo te iras tú?

-Creo que no iré –encojo mis hombros.

-¿Cómo qué no? ¿Por qué no?

-Porque no tengo nada por lo que ir. –la realidad era que sí la tenía: Él.

Asiente quedándose en silencio, no sabía a donde iríamos o a donde estábamos yendo. Yo no sabía cuándo volvería a mi casa, todas mis cosas estaban ahí y no tenía ganas de ver a nadie de mi familia.

-Tal vez sea mejor que me lleves a casa de Gina.

-Está bien si así prefieres.

La verdad era que prefería estar con él, me había hecho bien después de todo. Me había abrazado cuando nadie más lo había hecho.

Finalmente llegamos a casa de Gina, era igual o más grande y coqueta que la mía. Había un auto que no conocía estacionado allí afuera.

-Pierre está aquí –dijo Charles, bajándose del auto y yo hago lo mismo. Me acerco al portón presionando el timbre y en cuestión de segundos, Gina abría el portón.

-¡Tenemos vacaciones de parejas en la Polinesia, Gasly! –Gritó con una sonrisa pero en cuanto se fija en mi cara, se le borra.- Carajo, ¿qué pasó? ¿Qué mierda hiciste ahora Leclerc?

-No hice nada, carajo –se queja pasando por nuestro lado y caminando hacia donde estaba su amigo.

-No hizo nada, de hecho me estaba ayudando bastante –suelto una risa y me acerco a ella abrazándola con fuerza, casi estaba llorando otra vez.

Le cuento todo lo que había pasado en casa hace un rato, mientras caminábamos de forma lenta hacia la entrada principal de su casa. Ella me escuchaba con atención.

-Es una maldita perra asquerosa, es que nunca la soporté ahora menos. –me abrazo por un costado dejando un beso en mi mejilla, mientras entrabamos a su casa finalmente, viendo a Charles y Pierre sentados en uno de los sofá de allí.

-¿No está tu familia? –pregunto sentándome en otro sofá frente a Charles.

-No, están en Italia, quieren abrir otro casino allá.

-Por eso estoy aquí, me dijeron casa sola y vine corriendo –todos reímos al escuchar a Pierre, rodando mis ojos.- Además esta madrugada ya todos viajamos a Australia, ¿no?

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Where stories live. Discover now