CÁPITULO 15

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Llevo el cono de helado a mis labios, tomando del mismo mientras me detenía un momento, volteando a ver a Isabel y a Gina, quienes también iban tomando de sus helados.

-¿Realmente tendrá esas fotos? –cuestionó Isabel, sentándose en una de las mesas con sillas en el paddock.

Finalmente era sábado y la clasificación ya casi tenía lugar, era lo último del día de hoy y ya luego solo faltaba esperar a mañana. Finalmente la carrera.

-Si las tiene, me las mostro un dia. –digo bastante apenada, sentándome en otras de las sillas.- Tal vez sí deba alejarme de Charles.

-¡No! Dios mío Ivy, siempre dejas que el miedo impida que hagas y estés donde quieres estar, ya no más de eso –esta vez fue Gina la que habló, sabía que en parte tenía razón, pero qué podía hacer en esta situación.

Charles le tenía cariño a Magdalena, ¿me creería a mí si yo le cuento todo esto? No sabía que pasaría después, quizás Magdalena a modo de venganza decide hacer públicas todas esas fotos y humillarme en todo el mundo. Quizás ya no me dejarían entrar al paddock y si lo hiciera, todos me mirarían y me reconocerían por esas fotos.

-Además es tan injusto, ni siquiera fueron fotos consentidas, es realmente horrible –Isabel me toma la mano por encima de la mesa y yo le doy una sonrisa.

-Todavía vi a una de sus amiguitas hablar con Pierre, sinceramente yo no soy tan suave como Ivy. Directamente nos vamos a los golpes y se le caerán todas las extensiones incluso si eso significa que jamás entre a un gran premio.

Ambas reímos y finalmente Gina también se nos une. Lo peor de todo es que yo sabía que era verdad.

. . .

Finalmente la hora de la clasificación había llegado. Estaban todos bastantes exaltados en los boxes de ambos chicos. A Carlos le estaba yendo bastante bien pero sin embargo a Charles no tanto. Justo ahora iba en quinta posición y termina cuarto al final. Era extraño. Estar cuarto no era para nada malo, pero venia de una buena racha y el cambio de ánimos se le notaba, ese era el punto.

Su coche entra a boxes nuevamente y me quedo en silencio a un costado, observando cómo le ayudaban a salir del coche. Le doy una sonrisa en cuanto sus ojos se fijan en los míos y veo que el también me la devuelve. Había pensado que quizás estaba mal algo conmigo y la ansiedad me estaba matando.

Se quita el casco junto al protector de abajo, dejando todo a un lado mientras hablaba con algunos ingenieros a su alrededor.

-Felicidades –digo a Isabela quien pasaba por allí, levantando la mano. Carlos había quedado segundo para mañana, era buenísimo eso.

-¿Qué tal estuvo? –cuestiono a Charles, acercándome a él en cuanto ya no tiene tantas personas a su alrededor.

-Más o menos, se me hizo un poco pesado hoy –suelta un suspiro bajando su traje hasta la cintura y no podía evitar recorrerlo con la mirada. Incluso así todo sudado, despeinado, se veía hermoso.- ¿Estuve tan mal?

-Claro que no, para mi estuviste increíblemente bien. Siempre lo estarás.

Una sonrisa se forma en sus labios y sus dedos se posan sobre mi mejilla, acariciándome. A veces sentía que a el también se le olvidaban que había un mundo que nos rodeaba.

-¿me la cuidas? Iré a cambiarme, ya ha terminado esto por hoy. –me quedo en silencio mirando la cadena, aquella cadena con una "C".

-Por supuesto, anda tranquilo.

Encierro la cadena en mi mano y luego la guardo en mi bolsa, esta vez nadie me la quitaría. Me la había confiado a mí y quería ser yo quien pudiera dársela cuando me la pidiera nuevamente.

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Where stories live. Discover now