Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CAPÍTULO 53: Final.

FINAL.

Finales de Julio.

Me observo frente al espejo dando una vuelta mientras me miraba por sobre mis hombros, me acerco a mi tocador, tomando una pulsera y colocándomela junto a algunos otros accesorios que combinaban con mi atuendo.

Veo a Charles entrar por la puerta de nuestra habitación ya listo y vestido.

-Esa camisa te queda hermosa –dije sonriendo, observándolo por el espejo. Nuestra hija estaba en sus brazos, con sus casi seis meses. El tiempo había pasado rápido, ahora se daba la vuelta y balbuceaba todo el día. También se sentaba pero no se mantenía tanto, a veces se caía y con Charles nos reíamos de eso.

-Estamos hermosos –besó la mejilla de Maisy con una sonrisa, arreglando su vestido azul marino, de igual color que el mío, mientras que Charles llevaba una camisa azul pero en un tono un poco más claro, un pantalón blanco que le quedaba de maravilla.

Terminé de arreglar mi cabello y retocar mi maquillaje, viendo a Charles que se paraba detrás de mí apoyando sus manos sobre mi cintura.

-Te queda hermoso este vestido.

Me doy la vuelta hacia él, sonriéndole y dándole un suave beso en sus labios.

-Gracias mi vida, tú también estás hermoso, como siempre.

Charles metió una mano en su bolsillo sacando una cajita algo pequeña de terciopelo negro. Mis labios se entreabren subiendo la mirada a sus ojos rápidamente.

-No palidezcas, no voy a pedirte matrimonio en nuestra habitación –reímos ambos, pero mi risa era de puros nervios. Admitía que por un momento lo había pensado.

Él abrió aquella cajita, revelando una cadenita de la cual colgaba la inicial de mi nombre.

-Charles...-susurré llevando mis manos a mi rostro, negando lentamente.

-Creo que tú también mereces tener una cadena con la inicial de tu nombre, sabes el significado que le doy yo a esto y quiero que tú también tengas la tuya siempre y que sepas que eres increíble, que siempre lograrás todo lo que quieras. Ivy. 

Sacó la cadena de allí y me di la vuelta, observando por el espejo la forma en que la colocaba en mi cuello. Me abanico el rostro cerrando mis ojos un momento, el maquillaje se me correría si me ponía a llorar justo ahora. Sus manos acariciaron mis hombros y sus ojos me observaban a través del espejo con una gran sonrisa en sus labios.

-Es hermosa –dije acariciándola con mis dedos frente al espejo.

-Te queda hermosa –sus labios se apoyaron en mi mejilla dándome un beso y se volteó para levantar a Maisy de la cama- Ahora los tres tenemos una.

Una gran sonrisa se formó en mis labios, volteándome hacia ellos. Yo solo podía pensar en lo feliz que era y en que a pesar de que fue difícil aprender a convivir con Charles, también fue un proceso hermoso donde aprendimos de ambos mutuamente. Tuvimos que aprender a estar algunos días lejos y que a veces no podíamos viajar a todas partes los tres juntos, a manejar el hecho de que era una figura pública y que en definitiva éramos dos personas diferentes pero que se amaban y se comprendían de una forma que nadie lo hacía.

Tomada de la mano del hombre que amaba mientras él llevaba a nuestra hija en brazos, bajamos aquellas escaleras a un patio en Mónaco que tenía unas vistas increíbles al mar. Miré a mi mejor amiga junto a algunos de los invitados y a su novio a un costado, ella vestía algo blanco y se veía increíblemente hermosa.