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—Termina de comer rápido para que no llegues tarde a la universidad, ¿sí?

—Sí, tío.

Zael gruñó para sus adentros, con furia pinchó un trozo de sandia y uno de papaya con el tenedor y con un gesto malencarado se los metió a la boca. Comenzó a masticar mientras observa fijamente a JiMin y en el cómo constantemente le da una rápida mirada a YoonGi, queriendo, aparentemente, tener su atención.

No le dio ni un mínimo de importancia a que YajaTzael se acercó hasta donde él estaba para despedirse con un beso, ya que tenía turno en el centro médico. Ignoró el abrazo y el susurro en el oído en el que le dijo que lo amaba. Él simplemente continuó masticando con la mirada fija en ese chico rubio.

Él se había graduado con honores, tenía un doctorado en Psicología. Asimismo, pasó años estudiando y practicando la manipulación psicológica o bien el mentado gaslighting. Aunque, claro, es ilegal y sólo lo utilizan las personas narcisistas y sociopáticas, ya que hacen dudar a otros de su propia realidad generando confusión. Pero él sí está cuerdo y no trastornado.

Además, tiene un título en Kinésica, que es la ciencia que estudia el significado de los movimientos y gestos corporales. Esto quiere decir que está leyendo a JiMin por medio de sus gestos y movimientos: como lo mucho que levanta la mirada hacia YoonGi cada cinco segundos, el tic nervioso de pasarse la mano por el muslo con nerviosismo y sus expresiones faciales.

Todo esto indicaba que JiMin se encontraba ansioso y ciertamente nervioso de estar sentado frente a YoonGi, lo que también indicaba que quería hablarle, pero que al mismo tiempo no lograba atreverse. Mostró con su lenguaje corporal también un claro miedo al rechazo.

Pero ¿por qué YoonGi podría rechazarlo? Mejor aún, ¿es que eran amigos?

Volvió a gruñir guturalmente ante la sola idea de que su sobrino haya hecho una amistad con una mosquita muerta que aparenta no quebrar un sólo plato. Ahora se felicitaba de haberse mantenido comiendo en el desayunador, pues así obtuvo mejores ángulos sobre la clara tensión en JiMin.

—JiMin, cariño, ¿no se te hace que estás comiendo mucho y que por eso siempre llegas tarde a la universidad? —inquirió con falsa despreocupación mientras tiene la mirada en el plato y pincha las frutas picadas—. Deberías cuidarte, cariño. Ya ves que hay personas que suben de peso tan fácilmente y tú eres muy bonito para arruinarte.

El menor sentado en la mesa dejó de masticar ya lo poco que le quedaba de desayuno. No tuvo el valor para levantar la vista ni para continuar comiendo luego de ese comentario, por lo que dejó el tenedor sobre el plato y bajó las manos de la mesa. Las entrelazó entre sí sobre su regazo.

Por parte de YoonGi, éste soltó un suspiro apenas perceptible en lo que terminaba de masticar la tostada con mantequilla. Continuó desayunando tomando su café con leche para no sentirse pegar por la sequedad de la tostada.

YoonGi conocía a su tío y porque lo conocía es que supo, desde que su tío se sentó en el desayunador, que los estaba examinando a todos, pero más a JiMin, pues éste es el que más mostró sus diversas emociones; como tristeza, miedo, nervios y ansiedad.

Su tío entonces lo que quería era descubrir el porqué de su comportamiento, aunque ya pudo haberlo deducido gracias a que JiMin mucho le daba la mirada. Así que, para estas alturas, su tío ya debía de pensar en que él tuvo algún problema con JiMin. Y si lo llegaba a comprobar, se iba a ensartar en JiMin haciéndole la vida de cuadritos.

No era lo que él quería para nada, no quería que su tío le hiciera algún daño a JiMin..., a pesar de que ya se lo hizo con ese comentario sobre la comida tras saber que JiMin antes era gordito. Es por eso por lo que él tuvo que actuar normal desde que entró a esa cocina y por actuar normal se refería a saber engañar a su tío para que no pueda leer su lenguaje corporal.

Mαη's Ƭσxıc ༝ 「ʏᴏᴏɴᴍɪn」Where stories live. Discover now