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—... En realidad mis padres no me dejaban salir, así que debía de escaparme a escondidas y...

—¡Ajá! ¡Así te quería agarrar, puerco, haciéndole ojitos a mi señor cachetón! —YoonGi exclamó acusando a su primo mayor con el dedo índice.

—Ay, ya vas a empezar otra vez. —Su primo, SeokJin, rodó los ojos negando.

Él, no obstante, acabó con un tic nervioso en el ojo por la simple y sencilla razón de que JiMin se encontraba todo tímido sentado en el sofá al lado de SeokJin; con las piernas juntitas y las manos en las rodillas mientras mantiene un intenso sonrojo en las mejillas.

Y él, que nada más no estaba soportando una mierda de ver a su amor bello siendo intimidado por la increíble hermosura de su primo SeokJin, se echó a correr esos pocos metros hasta llegar al sofá y buscar cómo meterse a fuerza entre SeokJin y JiMin.

Esto, a simple vista, parecía simplemente imposible, pues resulta que su primo estaba tan pegado a JiMin que sus rodillas llegaban a rozar. Él, no obstante, se las ingenió para abrirse paso entre ellos y, cuando pudo al fin conseguirlo, volteó a ver a SeokJin para gruñirle.

—¡Le voy a decir a tu novio que estabas coqueteando con otro chico! ¡Miiii chico! —Acusó.

—Pero, Hyung, SeokJinie y yo sólo estábamos hablando. —JiMin aseguró en voz bajita y cachetes rojitos, jaloneando de su gabardina azul maya.

Él entonces giró la cabeza a velocidad de rayo, sobresaltando a JiMin y haciendo que se encoja en su lugar ante su mirada llameante de ira. Él gruñó, pero no a JiMin, sino a aquel gusano de los celos que se lo estaba carcomiendo por dentro.

YajaTzael, quien había estado en ese mismo sofá haciéndole compañía a su sobrino, al notar en él un claro enojo injustificado (porque su sobrino sólo estaba intentando hacer un amigo), le metió un golpecito a mano abierta en el hombro.

Tal golpecito llamó su atención. Levantó la cabeza para ver a su tío político. Éste le hizo un ademán con la mano como preguntándole a qué se debía su actitud, a lo que él respondió saliéndose de entre el espacio de SeokJin y JiMin para ponerse de pie al lado de YajaTzael, su tío político.

Comenzó a ponerle quejas sobre la clarísima infidelidad por parte de JiMin, ya que éste solamente había aprovechado su corta ausencia para ponerse a coquetear con otros chicos. YajaTzael le metió un regaño luego de escuchar sus alegatos inválidos. Le dijo que sus exageraciones lo iban a dejar soltero en navidad.

Él no quería estar soltero en navidad. Antes sí, pero ahora que ha conocido a quien considera el amor de su vida; no. Entró en pánico. Se mordisqueó el dedo pulgar mientras se vuelve absorto en sus pensamientos, sobre la posibilidad de besar su mano bajo el muérdago en vez de JiMin.

—Hyungie...

—A mí nunca me has llamado por apodos bonitos. ¿Por qué a él sí? —interrogó a su menor en cuanto se le puso al lado—. Vaya, ni porque un insulto me lo tomaría como un halago si viene de ti.

—Pero, Hyuuuung...

—¡Tsk! Son mamadas —refunfuñó al final—. La verdad es que todos los cachetones son iguales.

JiMin hizo un mohín con sus labios rojitos debido al mismo labial que se había puesto para besuquearse con su Hyung preferido, el cual se estaba yendo mientras habla entredientes en francés y apreta los puños molesto.

JiMin se echó a suspirar tristón antes de refugiarse en su tío. Reposó la cabeza en el pecho de su tío y de su boca surcó una pequeña sonrisa dulzona al sentir cariñitos en su cabello rubio.

Mαη's Ƭσxıc ༝ 「ʏᴏᴏɴᴍɪn」Where stories live. Discover now