Mαη's Ƭσxıc ༝ 「ʏᴏᴏɴᴍɪn」

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ sᴇᴠᴇɴᴛʏ ᴏɴᴇ.

JiMin se encontraba terminando un trabajo en su tableta, que ni siquiera debía de entregar ese día. Pero como estaba en un pequeño receso, decidió adelantar algunas materias.

Levantó la vista y la puso en la mesa que estaba frente a la suya. Le sonrió amable y amigable a un chico que recién ha ingresado a la universidad y que está en su salón.

Se llamaba TaeYong y parecía ser un tanto tímido, pues aún no lograba hacer amigos y en los trabajos, que mayormente son en pareja o en grupo, se queda solo.

A JiMin le recordó cuando él entró también a clases. Fue difícil adaptarse a una universidad llena de personas que no son de su ciudad natal. Sin embargo, ahora es el presidente de su clase y todos en el salón son sus amigos.

Pensó entonces que, una buena forma de ser un mejor presidente para su salón, era alentar al chico nuevo a que deje la timidez de lado para que pueda hacer amistades con sus compañeros.

—Hola. ¿Puedo sentarme contigo? —sonrió amigable al llegar a la mesa de TaeYong con todas sus cosas.

—Sí, por supuesto.

TaeYong dejó su marcador sobre la mesa para extender su mano como invitación a que él se sentara. Él accedió muy amable. Se le sentó en frente poniendo sus cosas sobre la mesa.

—No sé si querías hablarme o algo —comentó entre risitas, algo tímido—, porque sentía que me veías mucho.

—Oh —TaeYong murmuró cogiendo su marcador—... Es que eres realmente bonito.

Vaya. No se esperó una respuesta como esa, así que se quedó sin palabras con sus pómulos tornándose rojizos.

Soltó una risita asintiendo y en busca de intentar disimular su timidez ante el halago, encendió su tableta para continuar realizando su trabajo digital.

—Gracias —dijo con la mirada en la tableta.

—Tú eres el presidente del salón, ¿cierto? —TaeYong tuvo esa curiosidad, viéndolo con una sonrisa maravillada.

—Así es —asintió alzando la cabeza y dejando su trabajo de lado para no verse maleducado—. Si tienes alguna duda o petición, yo puedo ayudarte.

—Sí tengo una duda, de hecho —le respondió TaeYong en voz baja, apartando la mirada.

—Oh, dime, dime —lo alentó para darle confianza—. Te escucho.

TaeYong suspiró jugando con el marcador entre sus dedos. Se la pensó unos segundos antes de devolver la mirada en él, que era un chico realmente hermoso y angelical.

—¿Tienes novia... o algo? —preguntó TaeYong sin poder frenarse.

En cuanto a él, hizo una o con la boca totalmente abochornado por dicha pregunta. No esperó algo como eso. De hecho, esperó un tema sobre las clases y no sobre su vida personal.

Aun así, le iba a responder porque no le pareció malo que TaeYong tuviera esa duda.

—Tengo novio —respondió con una sonrisa apenas marcada.

TaeYong se puso a asentir apartándole la cara, porque algo dentro de él le había dicho que un chico tan lindo como JiMin no podía estar soltero.

El chico que logró cautivarlo con su amabilidad y dulzura resulta tener novio. Qué cagada.

¿Será que el novio estudia en la misma universidad? ¿Quién sería?

—Me supuse que un chico así de bonito como tú no podía estar disponible —rió sintiéndose un tonto—. ¿Y tu novio estudia acá también?