Ya no me interesas

Capitulo 52

Fu Zhiyu no sabía lo que pensaban los demás, pero descubrió que cuando no le agradaba Xie Ke, su vida romántica era muy vigorosa.

No hace falta decir que las seis concubinas de su residencia eran extremadamente obedientes y siempre estaban dispuestas a complacerlo. El mayordomo también le dijo a Fu Zhiyu que habían dicho a sus espaldas que su maestro era muy bueno para servir y que ahora estaban mucho mejor que antes y deseaban quedarse aquí para siempre.

Al igual que Lu Jian, todos eran personas con destinos difíciles. Después de todo, desde que se conocieron, él podría ayudar un poco. Fu Zhiyu les había dado algo de plata e incluso invitó a un maestro a ir a la mansión. Siempre fue bueno que la gente estudiara, al menos para evitar quedarse atrapados en el harén. Cuando él se fuera, no quedarían reducidos a la misma situación que antes.

Afuera estaba la princesa Miaotang. El corazón de la niña estaba lleno de coraje, y también fue muy atrevida en este asunto, sin ocultar su afecto en absoluto.

No es que a nadie le agradara Fu Zhiyu en su vida anterior, pero tenía un objetivo claro en ese momento. Cuando conoció a otros, se negó y nunca involucraría a personas cuando no había esperanza para ellas.

Pero él era diferente ahora. Aunque le dijo directamente al emperador Qingyuan que no quería casarse y también expresó eufemísticamente su rechazo a la joven, el emperador Qingyuan siempre sintió que los jóvenes se llevarían bien y no disiparía la idea del matrimonio político simplemente. porque Fu Zhiyu dijo que no le gustaba. Lin Miaotang era aún más terco y no parecía planear darse por vencido.

Fu Zhiyu realmente nunca antes había tratado con una chica tan joven. Después de todo, era un hombre que había vivido toda una vida. Sintió que su mente estaba demasiado pesada y que él y esta joven eran como personas de mundos diferentes. Nunca había considerado la posibilidad de que estuvieran juntos y tenía un poco de miedo de lastimar a una persona inocente, por lo que tenía que hacer todo lo posible para evitarla.

Después de las competiciones civiles y militares, el programa dinámico no terminó y siguió la caza de otoño.

El emperador Qingyuan obligó a Fu Zhiyu a cultivar sus sentimientos con Lin Miaotang. Se sintió muy impotente. Ya había comenzado a considerar seriamente si volver a fingir estar enfermo o simplemente crearse una reputación de alguien que no viviría mucho tiempo. De todos modos, no le importaba los rumores que se difundieran sobre él ahora.

Lin Miaotang estaba muy emocionado, pero Fu Zhiyu fingió que tenía mala salud y no podía soportar el viento y el frío del otoño, por lo que se escondió en la tienda y no salió. Entonces Lin Miaotang vino deliberadamente a visitarlo.

"No te preocupes, no te preocupes". Miró el rostro de Fu Zhiyu, tranquilizadora y un poco tímida, "Que descanses bien aquí. También aprendí tiro con arco del maestro en el palacio y le disparé a un gran ciervo en casa. Cuando salga hoy, dispararé algunas tórtolas para guisarlas en sopa y nutrir tu cuerpo".

Fu Zhiyu sonrió distante y dijo, luciendo débil: "No hay necesidad de molestarse, princesa, este wang tiene un viejo problema, ejem. Mi salud siempre ha sido mala, estoy enfermo y propenso a sufrir desastres. No soy bueno."

Dijo esto con la intención de hacerle entender profundamente a Lin Miaotang que tenía mal genio y no gozaba de buena salud. Como estaba muy enfermo y tal vez no viviera mucho tiempo, realmente no era una buena pareja. Pero cuando lo escuchó, pareció angustiada.

"Está bien, estoy bien de salud. Cuando era niño, el Gran Maestro contó mi horóscopo y dijo que yo era una estrella de bendición natural. Realmente, nunca he estado enfermo desde que era niño". Se sintió un poco avergonzada cuando dijo esto y su voz era un poco más baja. "Cuando yo... me case, te daré la mitad de mi bendición, para que no te enfermes con frecuencia".