Ya no me interesas

Capitulo 80

Desde el punto de vista de Deng Jinghe, el plan era realmente infalible. Incluso si Fu Zhiyu se enojaba, estaba la familia Qian incriminada frente a él para bloquear su ira. Si no ayudaba, el rastro conduciría a Deng Lang, y él lo entregaría. Le gustó aún más, de todos modos, tenía que lidiar con Deng Lang.

No es que se exigiera que toda la familia Deng fuera enterrada. Un Deng Qian y un Deng Lang fueron suficientes. Deng Jinghe incluso se tomó el tiempo para preguntar cuidadosamente qué hacía Fu Zhiyu cuando estaba en la capital, tratando de comprender su mentalidad, y también sabía que esta persona no era alguien que mataría indiscriminadamente.

En cuanto a las pérdidas en el proceso, en realidad no fue nada. Siempre fue necesario sacrificar algo para lograr algo. Deng Jinghe llevaba mucho tiempo preparado. Cuando la familia Deng estuviera en sus propias manos, el dinero se recuperaría tarde o temprano.

¿Quién sabía que Fu Zhiyu haría esto? Obviamente fue atacado por el cochero. Aunque no tuvo éxito, Fu Zhiyu de repente dejó de estar enojado. Parecía que no se molestaba en preocuparse por su mierda. ¿La familia Qian no solo recibió las cartas de él, sino que él realmente sacó el antídoto y se lo dio a Qian Manguan?

Deng Qian y Qian Manguan eran buenos amigos. El incidente del cochero iba a decepcionar a Qian Manguan de la familia Deng, y también eliminó la posibilidad de que Qian Manguan echara una mano, lo que podría describirse como matar dos pájaros de un tiro.

Pero por ahora, ninguna de las ideas de Deng Jinghe se había hecho realidad, todas fracasaron. No podía predecir las acciones de Fu Zhiyu en absoluto. Esta persona no jugaba a las cartas según el sentido común y evitaba todos los pozos. Con un ligero cambio, todos sus cuidadosos planes habían fracasado.

Aunque Qian Manguan estaba haciendo una escena ahora, tenía el antídoto en la mano y realmente no quería la vida de Deng Qian. Mientras la familia Deng consiguiera el dinero, realmente podrían conseguir el antídoto.

Tan pronto como Deng Qian despertara, el derecho de Deng Jinghe a hablar y a la iniciativa quedaría en nada y tendría que empezar de nuevo.

Ahora estaba apretando los dientes, mirando a Qian Manguan, que todavía estaba dando órdenes en el pasillo.

Deng Lang no se atrevió a hablar cuando escuchó a Qian Manguan mencionar al cochero. Estaba temblando por todos lados. Cuando escuchó el final, simplemente se arrodilló directamente frente a Qian Manguan.

"Todo fue idea mía. Si el tío Qian está enojado, ven hacia mí. Mi madre nunca ha estado involucrada en estas cosas, mucho menos mi padre. Lleva mucho tiempo enfermo en cama y no puede despertarse. Todo fue por mi obsesión momentánea. Estoy dispuesto a compensar la pérdida de la familia Qian. Sólo le pido al tío Qian que recuerde el afecto del pasado y salve la vida de mi padre".

Después de eso, se inclinó ante Qian Manguan.

De todos modos, era el niño que había crecido frente a sus ojos. Qian Manguan lo miró y no pudo soportar hacer nada.

Abrió la boca y no dijo nada. Al ver a su hijo así, la señora de la familia Deng se arrojó a su lado y se desplomó, llorando y ahogándose. Incluso la anciana que estaba sentada al frente se levantó temblando, sin saber qué hacer.

Después de todo, ella era una anciana. Qian Manguan hizo una señal y alguien a su lado fue a ayudar a la anciana, sin dejarla hacer nada más.

Qian Manguan miró a Deng Lang, luego al desordenado salón y suspiró.

La situación en la que la familia Deng dependía completamente de Deng Qian para aguantar era realmente peligrosa. Le había advertido a Deng Qian muchas veces antes, pero fue inútil.