Capítulo 42.

85 12 0
                                    

Poniendo un poco de bloqueador solar en el rostro de su bebé, Jin y Namjoon salieron de su coche para entrar en la mansión de la familia Choi.

-¿Estas listo? -preguntó Namjoon preocupado, mirando a su omega a su lado.

-Si, estoy preparado -respondió Jin tomando a su hija firmemente en sus brazos mientras caminaban al interior de la mansión.

Regresar a una vida que no recordaba como el heredero de una gran mansión y una gran fortuna fue algo un poco complicado para Seokjin, quien a pesar de todos los tratamientos médicos que recibió no pudo recuperar la memoria, así que siempre se quedaría de esa forma, solamente siendo Jin, no el hijo que los Choi perdieron hace varios años.

Aun así sus padres biológicos no lo rechazaban, conociendo el pasado triste y todas las cosas terribles que le habían pasado a Jin, los Choi solo querían concentrarse en el futuro, pasando tiempo con el hijo que perdieron y su nueva nieta, dejándoles todo el dinero que tenían para darles la vida que ellos siempre se merecieron.

Pero esto no era nada fácil para el joven Seokjin, ya que él siempre había pensado de si mismo como una simple propiedad de una mafia, jamás creyó que tendría una familia o tanto dinero, así que le costaba acostumbrarse a todo ese lujo y esplendor.

Siendo ese uno de los días mas importantes, ya que después de tanto tiempo luchando y tratando de recuperar a su hija, Seokjin y su esposo iban a celebrar con toda la familia Choi el regreso de su hija y el encarcelamiento de los Wang, un nuevo comienzo...

Decidiendo enfrentar sus temores, Jin entró en la mansión junto a su alfa, donde habían preparado una fiesta solo para ellos, y donde todo el resto de la familia Choi se acercó para conocer a la nueva integrante mas joven de la familia, y saludar a Jin.

Aunque esto fue un poco confuso para el alfa y el omega al principio, ya que no esperaban que personas tan ricas y elegantes como los Choi les dieran una bienvenida tan cálida, Jin y Namjoon pronto se adaptaron a la fiesta, presentando a su hija con todos los invitados, y recibiendo halagos y amables palabras por parte de todos con una sonrisa.

Tras varios minutos que se convirtieron en horas celebrando junto a su nueva familia, Jin dejó a su hija en los brazos de su confiable madre, y se apartó un poco de los demás para salir al jardín junto a su alfa, ya que ambos se sentían un poco agobiados con la situación dentro de la mansión.

-Creo que son bastante amigables, no esperaba que las personas ricas fueran así -comentó Namjoon, mirando al interior de la mansión con una sonrisa.

-Si, son realmente amables... No lo se, esperaba que fueran un poco distantes por que no nos conocen y saben de mi pasado -dijo Jin con una suave sonrisa.

-Nadie podría tratarte mal por tu pasado, no cuando todos saben lo buena persona que eres y lo mucho que has luchado para llegar hasta aquí.

-Gracias Nam...

Ambos se dieron un abrazo en medio del jardín, y de forma lenta se giraron a ver la mansión de los padres de Seokjin, observando el gran edificio desde el exterior.

La mansión de los Choi era un gran edificio con un aspecto victoriano, con mas de 20 de habitaciones, y hermosos salones llenos de esculturas por doquier. Los padres de Jin nunca habían tenido otros hijos, no después de lo mal que se sintieron con la desaparición de su primogénito, así que ahora esa gran fortuna y esa hermosa mansión que parecía un castillo solo tenia un propietario...

-¿De verdad todo esto será nuestro algún día? -pregunto Jin en un susurro, admirando la hermosa mansión de sus padres.

-Lo será -respondió Namjoon confiado-, un hermoso lugar donde tu y yo podremos comenzar de nuevo.

-¿Pero lo merecemos de verdad?

Jin aun creía que estaba en un sueño, tener padres, un esposo, a su hija de regreso, y ahora esa hermosa casa... Seokjin jamás creyó que su vida pudiera ser tan buena, y ahora que lo tenia todo, el joven omega temía que si no se esforzaba lo suficiente toda aquella felicidad se desvanecería de sus manos si no tenia el suficiente cuidado.

Jin tenia miedo de perderlo todo...

-No hay nadie mas tu que merezca todo esto -aseguró Namjoon, mirando a Jin a los ojos-. Eres un omega dulce, que siempre se preocupó por todos los demás, que sufrió demasiado, y ahora tiene una oportunidad en la vida de ser finalmente feliz como los dos siempre lo soñamos. Así que no temas mas Jin, y vivamos como siempre deseamos de ahora en adelante.

Sonriendo con las palabras esperanzadoras de su alfa, quien le daba un nuevo comienzo, Jin se acercó a él para besar sus labios, dándole un fuerte abrazo y mirándolo a los ojos.

-Si, este es el inicio de nuestra vida... -confirmó el omega.

Finalmente sintiéndose feliz y esperanzado de lo que el futuro tenia preparado para ellos, la gran y hermosa familia con la que Jin siempre había soñado.

Save meWhere stories live. Discover now