Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

32. Sabio encuentro

...

—¡Esto ya es demasiado, otra vez te escapas de mí!—Gruñó el albino frente a Maica. Parecía ser, que la ''orden'' de que sólo fuesen en grupo de dos, le molestaba bastante—No soporto al líder.

—Venga, si hubieses estado molestándome e insultándome todo el camino si hubiésemos estado juntos.—Rechistó la salmón un tanto sonrojada—Además, seguro que te hubieses vengado más...

—Oh, y también me vengaré de esto, no lo dudes.—Sonrió de manera provocativa, colocando una mano encima del pelo de ella y viendo cómo ésta se sonrojaba.

—Eso ya lo veremos.—Bufó ella, marchándose corriendo a su habitación.

Alice les miró y sonrió un poco. Imitó a su amiga y se fue a recoger sus cosas, lista para irse de esa base e instalarse en la otra.

En su cuarto, buscó todo lo que le era necesario y esencial y lo metió en una bolsa. Por último, vislumbró el pequeño peluche de Sasuke que estaba debajo de sus sábanas, escondido para que nadie que no fuese ella o Maica lo viese. 

Lo cogió y lo miró un poco; Se lo tenía que llevar, siempre lo había tenido con ella y no podría dejarlo atrás ni por asomo. 

—Yuki, tú...—Habló una voz masculina entrando por el cuarto.

Sin más, se sobresaltó y, por el susto, el muñeco se le fue de una mano a otra casi a punto de caerse, pero lo cogió al fin y se lo guardó en la espalda en cuanto se giró a mirarlo, un poco nerviosa de que lo descubriera. 

—Itachi, ¿Qué pasa?—Preguntó, intentando esconder el peluche que tenía de su hermano pequeño en la bolsa que había dejado, gracias a los dioses, en su cama.

«Suerte la mía...» Pensó, en un suspiro.

—Ya estamos listos, cada grupo se irá antes para no salir todos y levantar sospechas.—Explicó serio, recargando su cuerpo en la puerta con los brazos cruzados y mirándola con sus oscuros ojos negros.

La azabache logró meter de manera sigilosa el peluche en la mochila, sin que Itachi se diese cuenta de ésto. Se relajó los hombros y asintió, tranquila. 

—Está bien, también he acabado.—Cerró la mochila, encaminándose hacia él—Vamos, entonces.

Antes de cerrar la puerta, por impulso, la miró y se quedó observándola un tanto abstraída; Había sido la primera habitación en este mundo, aquí estuvo el primer día que fue una Akatsuki y había vivido demasiadas cosas en ese cuarto.

«Demasiadas...»

—¿Yuki?—Interrogó el Uchiha, haciéndola reaccionar.

Ella parpadeó.

—Sí, sí.—La cerró después de un leve suspiro, mirando por último al chico que tenía al lado.

La joven se adelantó por delante de él, mas cuando iba a pasar por la esquina que daba al comedor y estaban todos los demás, le agarró del brazo y la echó un poco hacia atrás, evitando que la azabache diese un paso más.

Ali se impresionó y se comenzó a poner un poco nerviosa, pero mantuvo la serenidad y esperó a ver qué hacía o decía, aún siendo cogida por él del brazo.

—¿Qué ocurre?—Preguntó la ojiverde impasible, aunque su interior era todo lo contrario.

—...Ten cuidado.—Dijo totalmente serio, penetrándola con sus ojos—No hagas locuras.