35. Detrás de la sombra...Nadie

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No...No es posible que sea él, no.

Tenía miles de sensaciones y sentimientos cubriéndome por todo el cuerpo. Tantos, que no sabía qué hacer y sólo me encontraba inmóvil, cual estatua de mármol y piedra.

Tras decir eso, se alejó levemente de mis oídos, aunque se quedó fijo a metros de mi rostro, serio y mirándome firmemente.

—¿Te alegras de verme?—Preguntó con una sonrisa llena de malicia.

Tragué en seco e intenté articular lo máximo posible, escondiendo mis sentimientos en una caja fuerte, como siempre.

—¿Cómo es posible?—Pregunté mirándolo a los ojos, sin moverme del sitio. Él me inspeccionaba, y tampoco daba un paso atrás—¿Siempre has sido tú la sombra, verdad?

Él sonrió arrogante y se apartó, levantándose aún con esa mueca en su cara y observándome desde arriba.

—¿Me vas a decir que no lo sospechabas?—Murmuró orgulloso—¿Qué no había pasado en ningún momento por tu revoltosa cabeza?—Se volvió a agachar, levantándome el mentón para que quedásemos a la misma altitud de ojos—Te lo dije, sólo hay oscuridad.

Realmente, la cantidad de emociones que tenía en ese instante eran increíbles; El personaje que tanto quería ver y conocer, que había estado desaparecido desde hacía tiempo y me calentaba la cabeza con el por qué, ahora estaba frente a mí, además de ser la sombra que me perseguía.

No sabía si abrazarlo o pegarle un puñetazo en el estómago.

—La oscuridad está en todas partes, Obito.—Le dije mirándole a los ojos, seria. Él hizo una extraña mueca, mas se volvió a incorporar con una leve risa seca y jocosa.

Me levanté como pude y me lo quedé observando, sin dejarme un ápice de cómo era y las expresiones que hacía.

—¿También fuiste tú el de los sueños, cierto?—Apreté el puño por la impotencia—¿Cómo lo has...?

—Muchas veces he estado más cerca de lo que creías.—Dijo mirando hacia el techo, como pensativo—Aún así, no todos tus sueños han sido a causa mía, sólo te he introducido en algunos genjutsus...

—¿Por qué?—Me acerqué a él, viendo cómo me miraba esperando a ver qué hacía, interesado—Dímelo, dime porqué razón lo hacías.

Me cogió de la muñeca derecha y me acercó a él, colocando de nuevo su mano en mis ojos—Exactamente y con la misma sensación que en su sueño— y hablando realmente flojo, como si alguien nos pudiese escuchar.

—Ya te lo dije; No hay esperanza, Alice.—Entrecerró los ojos, con una mirada fría—Te estás metiendo en algo de lo que no podrás salir y, sobretodo...—Se acercó más, haciendo que frunciese el ceño—No todos ellos lograrán salir con vida.

Me separé bruscamente y con rabia en mis ojos. Nadie puede decirme qué voy a poder hacer o qué no, porque también está en mi lista por los que salvar.

Y es uno de los primeros.

—También dijiste que algo de lo que querías se me atribuía a mí.—Recordé el sueño, con una mirada extraña y vacía—Has estado todo este tiempo detrás mío por alguna razón, y por si no fuera poco...—Gruñí, cruzándome de brazos—Sabes mi verdadero nombre, sabes de mi verdadera identidad.

Hay algo que realmente no me está diciendo.

¿Cómo es posible? Bueno, es cierto que tenía mis ciertas sospechas, como bien ha dicho él, pero...La realidad era que no me lo quería creer, me decía a mí misma que era algo imposible.

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now