44. Diferente vida, mismo yo

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Pov Leo

Es cierto que dijeron que me ayudarían en cualquier cosa para acomodarme, pero...No me imaginaba que sería de esta manera.

Nada más dejar el despacho de Tsunade, Naruto y Kakashi me llevaron hacia mi nuevo hogar—Para mi sorpresa—, que era de similar tamaño que la del rubio. Tampoco es que me importara, al contrario...No podía pedir más, ya que al menos me dejaban un techo donde dormir. 

Aunque la mía no era tan verde como la de él, era más marrón que otra cosa, pero bueno. Y, también cabría decir que no queda muy lejos de la del chico, están casi en la misma calle. 

Es posible que ese distrito tenga varios pisos o casas en venta o alquiler, quién sabe...En todo caso, la rubia me dijo que tendría que hablar conmigo sobre esto último. 

Vamos a ver, está claro que no voy a vivir de gratis ahí. Aunque no estaría mal no tener que pagar nada de nada...

Deseché esa idea de la mente y me tapé la cabeza con mi almohada. Básicamente, había dicho lo de que no me imaginaba que estuvieran detrás de mi porque, al salir y al anotar que estarían encima, todos me dijeron que nos veríamos dentro de poco y a menudo. 

Y a mí no me apetecía ver a nadie, sinceramente. Empero iré a dar una vuelta por aquí, para familiarizarme e ir a comprar algo de comida. 

Me molesta mucho dejar a mi hermana sola y tener que estar yo por aquí, pero ya decidimos que nos veríamos. Y esa es una promesa que ambos cumpliremos. 

Bufé y me levanté de la cama, elevé mis brazos y me desperecé todo lo que pude. Fui a por la ropa que me dejaron y empecé a vestirme entero—Ya que estaba prácticamente desnudo, sólo llevaba la ropa interior—. Me hice una pequeña coleta entremedio, dejándome más cabello suelto por abajo y, una vez listo, salí por la puerta.

***** ***** ***** *****

...

Bostecé y seguí caminando, dando vueltas por el pueblo y familiarizándome con él. La verdad es que era bastante bonito, para qué mentir. Y, dentro de lo que cabe, se está bien, es tranquilo. 

En todo caso, tengo que andarme con cuidado. Nunca se sabe lo que puede pasar o la gente que está por aquí cómo es realmente. Y, además, seguir con el panorama de que mi familia está muerta y mi aldea atacada, más espero que no hagan más preguntas al respecto. 

Bufé y ladeé un poco el cuello, cruzando la calle y pasando por el lado de la izquierda. 

—¡Yukine!—Gritó una voz femenina. 

Me giré extrañado y con el ceño fruncido, confundido y sin reconocer bien aquella voz de mujer que me acababa de llamar. Alcé una ceja al descubrirlo y metí mis manos en mis bolsillos. 

Era Ino, junto a Shikamaru, Sakura, Kiba y Lee en una especie de parque. Las supuestas rivales me hacían señas con la mano para que me acercara, pero no me apetecía para nada. 

—¡Yukine-san!—Exclamó ésta vez Lee, caminando hacia mi a paso rápido—¡Ven a pasar un rato con nosotros! 

Estoy perdido. Ya no hay marcha atrás.

—Vamos.—Sonrió, agarrándome de la espalda y tirándome hacia delante. 

—Eh, esto...—suspiré—Sí, sí.

Acabé encontrándome con ellos y estando ahí, mientras Ino me miraba de una forma coqueta que, sinceramente, ignoraba completamente. 

—¿Te has acomodado bien en esa casa, Yukine?—Me preguntó Sakura, sonriente. 

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now