Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

66. Acorde

Pov Leo

Moví un poco mis hombros para relajarme y tiré la espada al suelo, exhausto. Había estado casi todo el día desde que me desperté entrenando sin parar, y ahora tocaba un pequeño descanso. 

Pero nadie podía negar que todo esto estaba dando resultados, ya me había familiarizado con estas "habilidades" extrañas que tenía. 

Bufé por el calor que tenía y me dirigí hacia el árbol para recoger la camiseta que me había quitado. La estiré un poco y me la puse nuevamente; Será mejor que vaya a mi apartamento, me duche y luego baje a comer algo. 

—No han habido muchas noticias de Ali...Me pregunto cómo estará.

Apreté el puño por la impotencia, y seguí mi camino hacia allí. Según me había informado Kakashi, habían estado teniendo información pequeña de la organización de Akatsuki algo importante, pero nada esclarecedor y novedoso. 

Pasé la esquina y traspasé un parque, donde habían algunas personas por allí sentadas y pasando el rato. 

—¡Yukine-kun!

—¿Hmm?

Giré hacia donde provenía aquella voz, hasta que vi horrorizado cómo unas cuantas personas corrían hacia mí. 

Socorro. 

—¿Estabas entrenando? ¡Qué bien!—Exclamó una rubia, con los demás. Yo sólo asentí sin mucho interés.

—¡Así se hace, Yukine-kun!—Exclamó Lee, dándome golpecitos en la espalda—¡Estamos en la época dorada de la juventud, hay que aprovecharlo!

—Vamos, chicos...Dejadlo tranquilo.—Murmuraron Shikamaru y TenTen a la vez, en suspiros.

—Tengo que irme, si me disculpáis...—Dije. Intenté irme...Dige intenté, porque ahora se había presentado Naruto frente a mí, con una sonrisa orgullosa de oreja a oreja. 

Mala señal.

—No, te estoy viendo las intenciones.—Le dije al rubio.

—¡Vámonos a comer todos juntos!—Habló con entusiasmo, sin dejarme ir.

—¡A mí me parece bien!—Respondió Ino, sonriente. TenTen y Shikamaru asintieron también—Avisemos a los demás, así comemos todos. 

—¡Ramen! ¡Yo voto por el Ichiraku ramen!—Gritaba un rubio dando vueltas enérgicamente. 

—Tú siempre dices lo mismo, Naruto.—Comentó la yamanaka molesta—Yo digo de ir a comer barbacoa.

—Pe-Pero yo quiero ramen...

Espera...¿Qué? ¿Qué acaba de ocurrir en este momento? Me niego.

—Eh, no tan rápido.—Articulé—No tengo ganas, así que...

—P-Pero Yukine-kun...—Me decía un lloroso Lee. ¿Por qué narices llora?—Tenemos que disfrutar juntos de nuestra juventud... 

—He dicho varias veces que no me llaméis con honoríficos...—Bufé, mirando precisamente a Lee y a Ino con mala cara, que eran los principales que me llamaban así—...Ah, y sigo diciendo que no.

El chico de la profecía se enserió y se cruzó de brazos, moviendo la cabeza y mirando a sus amigos decidido. 

—Chicos...Cogedle. 

khé.

Y sin más, sentí cómo me cogían de los brazos; El que adora la juventud por la izquierda y el que adora a Sasuke, por la derecha. Al segundo, empezaron a llevarme a rastras—literalmente—hacia algún encuentro para ver a los otros.