107. Tacto

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Aviso inminente de catástrofe nuclear: Alerta de lemmon. Quien se sienta incómodo con este tipo de cosas, que pacientemente no lo lea y espere al de la semana que viene. 

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...


Los ojos azules de ella se posaron en los de él, quien la contemplaba después en silencio. 

— ¿Sigo siendo un idiota, entonces?— Murmuró con arrogancia.

— Siempre serás un idiota, Uchiha Madara. 

Alice sonrió de medio lado al decirlo, observando cómo él incrustaba sus negros y profundos ojos en ella, serio. Sin dejarse un ápice de cada expresión o facción que tenía en ella. Justo después, al momento, volvieron a unirse los labios en un impulsivo beso. 

Madara posó su mano en la espalda de ésta, apegándola a él. Intensificó el beso, haciéndolo más pasional y posesivo.

Las manos de Alice pasaron por el cuello de él hasta acariciar y agarrar su larga melena negra, provocando que las manos del Uchiha bajasen un poco más allá de la cadera. 

— Ya tenemos algo más en común, Yuki...— Musitó el del sharingan, al separarse milímetros para después volver a ella. 

Pasó de sus labios hasta poco a poco ir hacia el cuello, provocando que la azabache se encogiera por ello. De lo delicada que era esa zona para ella, aunque él lo sabía de sobras. 

El ojinegro agarró con ambas manos sus dos muslos y la subió encima de él, sujetándola por debajo de sus piernas y enrollándolas en su cintura. Se apartó un poco de ella para dejar que recobrase su aire y la observó entretanto. Ella entrecerró los ojos, con algo de desazón. 

— Eso parece— Respondió ella, con la voz un poco baja por su respiración— . Pero tú me sigues ganando.

—...Es posible. 

Al ver un suspiro de parte de ella, la observó unos segundos y volvió a besarla. Lentamente y sin soltar sus suaves labios, fue tendiéndola en la cama con cuidado, siguiendo la chica debajo de él a cada momento.

Soltó su boca y se relamió sus propios labios, como si acabase de probar una delicia. Observándola atentamente y sin dejarse un ápice de la ojiverde. Ella respiraba de manera agitada y nerviosa, echando por primera vez un aire caliente que se entremezclaba con el suyo. Continuamente, el Uchiha metió su rostro entre el hueco del cuello y la cabeza; besándola y dándole pequeños mordiscos por el cuello, provocando que hiciera soltar un leve gemido que quiso retener, pero no pudo. 

Con cuidado, se posicionó encima de ella y agarró sus brazos, sujetándoselos por encima de la cabeza. 

Ali apretó los puños, tragando en seco. 

Subió la pierna en un impulso al notar otro mordisco en su cuello, arrugando la sábana que había debajo del escalofrío que él le había hecho sentir. 

La de ojos verdes bajó su mirada, viendo cómo Madara sonreía de medio lado.

— Siempre me ha gustado cómo reaccionas a esto...Tu punto débil.

La chica gruñó en seco, sabiendo que en el fondo él disfrutaba de hacerle eso y entretenerse con la cara que ella ponía. 

— Cállate...—Musitó, tragando saliva y con la mente nublada. 

Le colocó su mano derecha en la costilla de ella, y fue bajándola lentamente mientras se apegaba más a su cuerpo, deslizándola después poco a poco desde su cintura hasta recorrer toda su pierna con sus dedos. 

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now