Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

63: Virtuoso

...

—Despierta, Yuki. Ya es la hora.

Sin mucha dificultad—debido a que ella estaba despierta, pero con los ojos cerrados—se levantó por la voz de Sasori, que había levantado levemente el escudo de Hiruko. Se incorporó y moviendo su cuerpo, tocó el hombro de Deidara para despertarlo. 

El rubio hizo un leve movimiento de cabeza como para hacer saber que lo había entendido y tras un bostezo, se levantó decidido. 

Alice miró al cielo, con seriedad; Bien, estaba amaneciendo, aún no era de día del todo, estaba empezando a iluminarse. Justo el momento perfecto para entrar, pocos estarían despiertos y sería el momento adecuado para no hacer ruido.

—Tal y como aclaramos, ¿Os acordáis, verdad?—Dei-chan y Shiro asintieron—Bien, pues manos a la obra.

—Esto será divertido...—Sonrió el de ojos azules, creando su figura en forma de pájaro. La hizo aumentar de tamaño y sus otros dos compañeros subieron—Pero danna, ¿Por qué me tengo que quedar yo afuera cuando vosotros dos estáis dentro?

Iban volando hasta estar lo suficientemente lejos, y en gran altitud, para que así, si había algún guardia, no se percatase de que no era una verdadera ave. Se acercaron a la ventana de arriba donde tenían que entrar y se pararon, provocando que la azabache, pusiera sus manos en la ventana para intentar abrirla. 

—Yuki y yo nos separaremos una vez estemos dentro, iremos contrarios el uno del otro.—Explicó el pelirrojo—Así se encontrará antes y rastrearemos más terreno. Tú te quedas fuera porque podemos salir en cualquier momento con tu arcilla. 

—Entiendo.—Asintió él, con astucia y seriedad—Bien. Si os ocurre cualquier cosa u os descubren, podré entrar desde aquí o lanzar algunas explosiones como amenaza o para cambiar su atención. Tengo perfecta ventaja justo donde estoy colocado, lo puedo ver básicamente todo.

El tenue clic de la ventana se escuchó, y ésta era levantada con cuidado hasta arriba para que pudiesen pasar por manos de Alice.

—Ya está abierta.

Alice alzó la mirada y le sonrió a Deidara como diciendo "hasta luego", para luego entrar junto a Sasori—la ventana era grande, por eso cabió Hiruko— y, tras estar una vez en el largo pasillo carmesí, ésta cerró con delicadeza. 

El pelirrojo y la azabache se asintieron mientras se miraron por última vez a los ojos y cada uno se fue por su lado, tal y como habían indicado. Yuki, cogió el camino de la izquierda, llegando a parar a otro lado de la mansión, mientras que el de la arena, por la derecha. 

«Veamos, veamos...Sasori dijo que el hombre era de unos cuarenta años y tenía el cabello y los ojos marrones, que sería fácil de reconocerlo» Pensó Alice, con los ojos entrecerrados entretanto miraba con gran cautela cada lado.

Una vez que vio que no había nadie, siguió su camino. 

Había que andarse con mucho cuidado. Y según palabras del marionetista, si él lo encontraba antes, se lo haría entender con unos pequeños hilos de chakra que había pegado a su muñeca derecha. Si era al revés, Alice lo avisaría mandando a Tomoe a por Sasori.

Pero había algo que no le cuadraba del todo.

Siguió con paso lento, abriendo las puertas con el mínimo ruido para ver qué o quién había dentro, pero nada; Estaban prácticamente vacías. ¿Para qué narices quería una casa tan grande si todas las habitaciones estaban sin nada? 

« Aun así, esta mansión es increíble. Se nota que es de un típico señor feudal. Pero no hay nada por mi parte...Y Sasori todavía no me ha avisado, así que él tampoco debe de haber encontrado nada.» Rumió, mirando por la última ranura de una esquina del pasillo por la que había pasado « Me pregunto si habrá algo por esta zona...»