Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

80. Sálvame

...

Silencio.

No se había escuchado mayor silencio en una brevedad de tiempo desde hacía mucho. La  fuerte incomodidad se palpaba en el aire, y en la pequeña caseta abandonada a las afueras de la aldea.

Todos se miraban entre si, tensos y otros, serios y a la espera de ver qué hacían los demás.

Atacar, hablar...

Los Akatsuki, tanto Sasori como Deidara, se mantenían cada uno al lado de chica de la trenza. Junto a un Itachi enmascarado, más serio de lo normal y también a su costado. Por su parte, ella tampoco quería separarse de ellos, estaba en gesto protector.

Maica también permanecía cerca de ellos, inquieta.

Kakashi y Alice se miraron mutuamente, expectantes y astutos. No hacían falta ni palabras para saber qué pensaban cada uno.

La azabache suspiró.

— Me estoy poniendo de los nervios, pido por favor que alguien hable— Rogó la salmón, con una sonrisa nerviosa.

— Vosotras dos...— Murmuró Naruto, con un rostro serio, pero, a la vez, lleno de confusión. Apretó el puño— ¿Habéis sido vosotras?

La ojiverde lo miró a los ojos, severa. Mientras, su hermano le pegó un codazo al rubio, haciéndole ver que iba por el mal camino.

Naruto hizo una mueca.

— ¡No entiendo nada!— Gritó, llevándose las manos a la cabeza en un gesto desesperado— ¿¡Qué está ocurriendo aquí!? ¡¿Y por qué esos dos están aquí también?! ¿¡Y ese de la máscara!?

Los artistas fruncieron el ceño, molestos.

— Están conmigo— Expresó Ali, fría— . Déjalos fuera de esto.

— ¿Dejarlos fuera? ¡Ellos mataron a Gaara!

— Pero él está vivo al fin y al cabo, ¿No?— Contraatacó, pero al instante le escuchó chasquear la lengua— Ellos no son un problema para vosotros ahora.

Pero claramente, el pelirrojo y el rubio, pensaban que si se pasaba de la raya con sus palabras, eso cambiaría.

Bajo la mirada al suelo, triste.

— ¿Cómo me has podido hacer esto...?— Articuló, afligido. Alice hizo una mueca y apretó el puño— ¿Cómo habéis podido atacar mi aldea, Yuki? Yo pensé que, aunque fuerais criminales no erais como los demás...

— No han sido ellas, Naruto— Apoyó su maestro. Inmediatamente, todos lo miraron. Especialmente, el jichuriki— No confundas las cosas...Yuki y Misaki no estaban aquí para atacar ni matar a nadie. A escondidas, estaban ayudando antes de que pasase nada horrible.

Él abrió los ojos, en señal de sorpresa.

— ¿Cómo?

Y otro suspiro salió de los labios de la azabache.

El Uchiha, quien se ocultaba detrás de una máscara, se acercó al oído de ella.

— Será mejor que os dejemos solos— Le susurró. La chica también hizo por aproximar la oreja. Asintió— . Te estaremos esperando fuera.

Volvió a articular un sí con la cabeza.

— En cuanto acabemos iremos a por vosotros.

Y sin más, los tres Akatsuki se marcharon de la sala, dejando únicamente, a los de Konoha y a ellas los tres que sabían perfectamente qué ocurría en ese mundo.